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/Ellitoral.com.ar/ Sociedad

Dieron la adopción de un adolescente a una mujer que murió el año pasado

El Juzgado de Menores N° 3 otorgó a María Sara el acogimiento pleno del joven al que crió desde pequeño, por voluntad de ambas partes y a pesar de que ella ya había fallecido. Sería el primer caso de adopción post mortem en la provincia. 

El Juzgado de Menores N° 3 otorgó la adopción plena de un adolescente de 16 años a una mujer que murió el año pasado, y sería el primer caso de acogimiento post mortem de la provincia. La decisión se basó en el deseo personal de ambas partes, y el joven ahora quedó bajo la guarda de su hermana adoptiva.

Desde el Poder Judicial informaron que la semana pasada se dio un caso de adopción post mortem en Corrientes, es decir, de una persona a la que le otorgan el acogimiento de un o una menor de edad, luego de su deceso. Se trata de un procedimiento avalado por el Código Civil y Comercial, el cual obliga a acatar la voluntad de ambas partes.

El caso en cuestión involucra a una mujer a la que nombraron “María Sara”, quien “inició los trámites de adopción de ‘B’, de quien detentaba su guarda preadoptiva desde el año 2013 por haber declarado su estado de desamparo y adoptabilidad el Juzgado de Familia Nº 1”. Debido a que “en el devenir del proceso adoptivo falleció antes de que se dictara sentencia”, la jueza de Menores Nº 3, Pierina Ramírez, otorgó post mortem la adopción plena “en respeto a la voluntad de ambos”.

“El nuevo Código Civil y Penal impulsa este tipo de cuestiones, en el que la voluntad del niño o niña es el interés superior. Ya no es una recomendación con la que contamos los jueces, es una imposición”, explicó Ramírez a El Litoral. Además, comentó que, según lo que conoce, podría ser el primer caso de adopción pos mortem en la provincia. “Hay pocos casos en el país”, aseguró.

La magistrada expresó que no hizo más que respetar los deseos del joven y de quien lo cuidó y ahijó durante años, por lo que ordenó que el adolescente mantenga sus prenombres y apellido de origen adicionándose el apellido de la adoptante, nombres y apellidos que deberá usar de ahora en adelante y para todos los actos de su vida.

Historia

“Luego de que un Juzgado de Familia dictara el estado de desamparo de B, a María Sara se le otorgó la guardia preadoptiva. 

El proceso de adopción se inició en el 2017 ante el Juzgado de Menores Nº 3 pero se fue dilatando por diversos motivos, entre ellos inconvenientes con distintas documentales ofrecidas y constancias”, relataron desde la Justicia.

Teniendo en cuenta que el deceso de María Sara fue informado el año pasado, la jueza Ramírez notificó el jueves de la adopción plena post mortem, debido a que “ya tenía acreditados tanto el deseo del adolescente de ser adoptado y la manifestación escrita de la voluntad adoptiva de la mujer”.

Si bien el trámite finalmente fue concretado, restaba saber qué iba a ser del futuro de B, ahora que su madre  había fallecido. “Debido a que el adolescente aún no puede quedar solo, en la misma sentencia se decidió que continúe en el mismo seno familiar, por lo que se otorgó la guarda a su hermana adoptiva”, indicó la magistrada a este medio.

Antecedentes

El número de adopciones post mortem en el país es escaso, ya que se encuentran registros sobre estos casos recién desde finales del año pasado. 

El que probablemente sea el primero es el que se dio en 2006 en Gualeguaychú: la adopción fue resuelta en mayo de ese año, “luego de la muerte de la señora ‘M’ en un siniestro vial”, según informó el diario Uno de Entre Ríos.

“M, que era viuda, recibió en guarda al niño en septiembre de 2003, cuando era un bebé de ocho meses”, explicó el medio, y señaló, en palabras de la jueza Jorgelina Guilisasti que “la guarda preadoptiva se demoró y cuando se la otorgaron el nene ya estaba cerca de cumplir cuatro años (...) a los pocos meses ella murió en un accidente, sin haber podido promover el juicio de adopción”.

También se identifica uno en Rosario, en diciembre del año pasado. Según Clarín, en 2009 “Laura recibió una beba de meses en guarda provisoria que se sumó a la familia que ella tenía con su hija biológica. Siete años después, la mujer logró la guarda preadoptiva de la nena, pero murió antes de lograr terminar los trámites para convertirla en su hija. La jueza de Familia de Rosario Valeria Vittori firmó el fallo donde le otorgó la adopción de la nena, que tiene 10 años y nació en Misiones, a Laura: una mujer soltera, que murió en septiembre de 2016, cuando había logrado la guarda preadoptiva, pero no llegó a finalizar los trámites de adopción”, detalló el medio.

(GMC)

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