El Museo de Bellas Artes inauguró una muestra de fotos inéditas de Malvinas

Está disponible desde ayer en las plataformas digitales del Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal”, la muestra virtual “Y un día volvieron hombres...”, un emotivo registro fotográfico y un homenaje a los héroes de Malvinas en su regreso a las islas después de 37 años. 

Las imágenes fueron tomadas por el fotógrafo  y periodista Carlos Pino y son inéditas. Se las puede ver en https://museovidal.wixsite.com/corrientes?fbclid=IwAR2TAF85dV87DwnegLNnrpSXxb78C3CeCKdgwW7G9kkbd2l17UmWNzEvsOw. 

El Instituto de Cultura de la Provincia, el Museo de Bellas Artes con el auspicio del Ministerio de Seguridad de la Provincia, a través de la Dirección Provincial Malvinas Argentinas y la Cámara de Diputados de la Provincia, impulsaron la muestra virtual “Y un día volvieron hombres...”, inaugurada ayer en las plataformas digitales del Museo de Bellas Artes. 

Esta exposición refleja el regreso de 40 excombatientes a las Malvinas en dos tandas: veinte viajaron en 2018 y veinte lo hicieron en 2019. 

Las imágenes son actuales y retratan cuando los excombatientes pudieron volver al archipiélago. “En nuestras islas quedaron los que hoy las vigilan y cuidan. Los que están en el cementerio argentino, en cada lugar de combate, en cada trinchera”, dijeron. 

“Faltarán fotos, pero seguro que seguirán apareciendo más en el resto del año, pero quise compartir ahora la mejor experiencia de mi vida laboral”, dijo Carlos Pino, y agregó que la muestra fotográfica “se llama ‘Y un día volvieron hombres...’ porque cuando a ellos les toco salir a defender de cualquier lugar de nuestra bendita provincia, ellos, nuestros hermanos héroes, tenían 18 o 19 años, y hoy volvieron con 52 o más años a revivir una guerra de la que solo ellos nos pueden contar”. 

El fotógrafo y periodista agradeció al gobernador Gustavo Valdés por confiar en este trabajo y al director del Dpma, José Galván, excombatiente”. 

El encuentro con la “bomba” 

En la zona del aeropuerto, en la península de Freycinet (una extensa península ubicada entre la Bahía de la Asunción -al norte- y Puerto Fitz Roy -al sur- y centro de la isla Soledad), paseando por su playa los excombatientes y el fotógrafo Carlos Pino se encontraron con una “bomba” que fuera lanzada por unos de los barcos en la época de la guerra, cerca de donde había un acoplado con los aviones Exocet argentinos que hundieron al “Morgan”, buque inglés, y que hoy todavía está registrado en sus piedras junto a los excombatientes Angel Flores, Alvides, Velásquez, Barrios, Castillos Tarrosa, Torres, Ayala, Ramírez y Benítes. 

El faro 

Ubicado en el punto más hacia el este de la isla Soledad, a solo 14 Km de Puerto Argentino, es uno de los lugares más atractivos de la isla. 

La visita al faro del Cabo San Felipe tiene un camino por donde se puede llegar tranquilamente a ese lugar. 

El primer faro fue construido en 1840 y sus colores eran rojo y blanco; en 1854 fue reemplazado por una torre de metal prefabricada en Londres, que mantenía los colores, pero era más alta, de 60 pies. En 1904 se construyeron nuevos cimientos, pues el primero tenía base de madera; su sistema de iluminación es a base de parafina, con una luz en forma de destellos y un alcance de 16 millas. Desde allí, la vista del paisaje es conmovedora. 

En una recorrida por el lugar se puede ver las hélices del Atlantic Conveyor, un buque de la marina británica que fue hundido durante el conflicto bélico de 1982.  

Cementerio argentino 

En las islas Malvinas existen por lo menos seis cementerios, uno es de los kelpers (habitantes de las islas), otro está en la Bahía San Carlos, que tiene unas veinte lápidas con identificaciones de soldados ingleses; hay uno en Puerto Argentino, uno en los montes de combate, y en Darwin está el cementerio de los argentinos. Pero en algunos montes de combate, como el Harry o Darwin, existen unos cementerios con cruces de los invasores, pues ellos mismos no los llevaban a sus cementerios y no los identificaban. 

El cementerio argentino fue diseñado y construido por los arquitectos Mónica Adela Cordero de Berraz y Carlos Antonio D’Aprile. 

Hay 649 tumbas y casi todos están identificados; faltan 10 soldados. Los héroes correntinos, lo primero que quisieron hacer cuando llegaron, fue ir a rendir un homenaje a sus hermanos de “carpa, trincheras y más”, y en el primer viaje llevaron dos esculturas de madera hechas por el artista Sergio Cabrera, una de la Virgen de Itatí y la otra del Gauchito Gil, para que no estén solos y sepan que los acompañan en sus rezos. 

Cada cruz tiene muchos rosarios, pues es lo único que puede cobijar a los combatientes que quedaron allá; algunas de ellas tienen ponchos o gorros de lana y de sus equipos de fútbol y flores de plástico. 

(VAE)