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Nuevos desafíos en nuevos tiempos

Cada 11 de agosto se celebra en toda América Latina el Día del Nutricionista. La pandemia no solo obligó a la ciencia de la nutrición a adaptarse a las circunstancias a través del manejo de pacientes mediante consultas online, educación alimentaria a través de videollamadas y a las actividades académicas a distancia, sino que también contribuyó a la construcción de un escenario de desinformación más acentuado que en tiempos anteriores al covid-19. Los desafíos de la profesión.  

Por Narella Antonina Colussi

El 11 de agosto se celebra en toda América Latina el Día del Nutricionista, la fecha elegida se debe a la conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero (1877-1963), médico argentino pionero de la nutrición, quien fundó en 1935 la Escuela de Nutrición en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Escudero marcó un antes y un después en la historia de la nutrición, las entidades y organizaciones relacionadas reconocen su herencia y promulgan su espíritu entusiasta que explica su reconocimiento como “el padre de la nutrición” primero en Argentina y luego el legado se expandió a toda Latinoamérica. Su carrera lo posiciona como un adelantado para la época ya que fue el primero en impulsar el estudio de la nutrición como una rama específica de la ciencia y gracias a ello es que hoy en día nos parezca una obviedad pensar en la nutrición como uno de los ejes centrales para la salud y el desarrollo.

Los desafíos de los tiempos que corren

A pesar de tantos años de trabajo, la nutrición sigue siendo una ciencia relativamente nueva en el campo de las ciencias médicas y por ello muchas veces mal manipulada, lo central de esto es no perder de vista que en cualquier circunstancia estamos hablando de una ciencia que requiere estudio, formación y matrícula profesional para ser ejercida.  La pandemia que atravesamos no solo obligó a la ciencia de la Nutrición a adaptarse a las circunstancias a través del manejo de pacientes en la virtualidad mediante consultas online, educación alimentaria a través de video llamadas y a las actividades académicas a distancia, sino que también contribuyó a la construcción de un escenario de desinformación más acentuado que en tiempos anteriores al covid-19. 

Dado que las personas cuentan con más tiempo y mayor participación en las redes sociales la propagación de mensajes carentes de rigor científico y riesgosos para la salud se han multiplicado, no es extraño encontrar en medios de comunicación y páginas de internet mensajes nutricionales equivocados y hasta peligrosos para la salud, la población por desconocimiento acepta como ciertos algunos postulados por el simple hecho de la trascendencia que adquieren en redes sociales. Por este motivo, resulta apropiado en el contexto del Día del Nutricionista comenzar a sembrar conciencia a nivel poblacional sobre la importancia de dejar el cuidado de la alimentación a cargo de un profesional de la ciencia que cuente con la formación y capacitación necesaria para guiar a los pacientes hacia un estado nutricional óptimo y una satisfactoria calidad de vida.

¿Cómo diferenciar un mito de una información científica válida?

Esta es la pregunta central que la comunidad debe comenzar a hacerse para evitar poner en riesgo su salud. La respuesta implica abordar varios aspectos. Inicialmente es importante reconocer la fuente de la que proviene la información, es decir si al mensaje lo da un profesional de la ciencia formado con matrícula habilitante o  influencers de redes sociales, que ha probado alguna estrategia y de manera individual le funcionó, que es promotora de productos o que de manera autodidacta se instruyó en el tema, en cualquiera de los casos es importante reconocer que no cuenta con la formación académica necesaria para ejercer esta disciplina cuyo título habilitante se obtiene en una carrera universitaria. 

En una segunda instancia es importante diferenciar si el mensaje dado viene acompañado de evidencia científica que sirve de respaldo (bibliografía, artículos científicos, aval de sociedades científicas) o simplemente es un relato con determinado contenido. Por último y no menos importante, es necesario tener presente en todo momento que la nutrición es y debe ser practicada de manera personalizada, por tanto, no todos los productos y regímenes alimentarios que se promocionan y hayan probado que sean veraces las propiedades que se la atribuyen son adecuadas para todas las personas.

Como consejo final para nuestros lectores enfatizamos en la importancia de acudir a la consulta con un profesional de la nutrición matriculado para consultas, dudas, búsqueda de educación nutricional o inicio de tratamiento dietoterápico. 

El dato

La autora es magister internacional en Nutrición y Dietética y licenciada en Nutrición. Dispositivo “El Camino” - Atención médica, nutricional, psicológica y psiquiátrica, Carlos Pellegrini 1728. Cel.: 03794-346971

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