Rosh Hashaná: cómo será el inicio del año para la comunidad judía

Por Ezequiel Neuah. Rabino.

Según el calendario hebreo, el año 5781 comenzará el próximo viernes 18 de septiembre, con la puesta de sol. La festividad judía, una de las más importantes del año junto con Iom Kipur (Día del Perdón), culminará luego de dos jornadas de oración e introspección, al anochecer del domingo 20 de septiembre. Se trata de la culminación de un proceso de “retorno a Dios”, donde rezar en comunidad (con un mínimo de 10 hombres) es una de las reglas religiosas milenarias. 

“Todo el mes de Elul (mes previo a Rosh Hashaná) es un momento de introspección y de renovación antes de la llegada del nuevo año. No es solo el día de Rosh Hashaná, desde unos 40 días antes y también después es muy especial”, explicó Ezequiel Neuah, rabino de la Asociación Israelita Latina de Corrientes.

“Antes de Rosh Hashaná, nos preparamos rezando todos los días y pidiendo perdón  por las cosas que hicimos mal durante el año. Así llegamos a ese día tan especial, en que se sentencia cómo va a ser el año que comienza, se define cómo continuará nuestra vida”, explicó el religioso.

¿De qué se trata Rosh Hashaná? Además de su significado de ser “la cabeza del año”, el judaísmo también se refiere a este día como el “Día de Juicio”. En Rosh Hashaná, cada persona del mundo es juzgada de forma individual tanto en lo material como en lo espiritual. 

Las escrituras religiosas judaicas dice que en Rosh Hashaná se abren tres libros: el Libro de la Vida, para quienes son juzgados como completamente rectos; el Libro de la Muerte, para quienes son juzgados y hallados completamente malvados; y el Libro de los Medianos, para quienes se encuentran en el medio. Todo depende de nuestros actos que hicimos durante el año y según eso se decide en qué libro seremos sellados.

Este año, con la salida de las primeras estrellas en la tarde del viernes 18 de septiembre, la comunidad judía iniciará un nuevo ciclo en el calendario, en un año que tiene, además, características particulares. “Es diferente a todo lo que conocemos en la historia”, refirió Neuah respecto de la pandemia de coronavirus. “Ojalá que haya pronta curación, que todo esté controlado, necesitamos un milagro para eso”, expresó. 

En el mismo sentido, aseguró que el tiempo de confinamiento “nos tiene que enseñar algo a la humanidad, valorar a nuestros afectos, a nuestra casa, nuestras familias, y aprender a cuidarnos y a preocuparnos por el otro”, reflexionó.

Por otra parte, el rabino deslizó que aún es “pronto” para saber cómo serán los festejos este año. “Si la situación epidemiológica de la provincia lo permite, esperamos al menos tener la posibilidad de concurrir al templo bajo estrictos protocolos, de a 10 personas, y así ir rotando entre los miembros de la comunidad”. 

En el caso de extenderse la restricción de las actividades de culto (que habían estado permitidas en los últimos meses hasta que el lunes volvieron a ser suspendidas), “las familias son quienes deberán organizar las plegarias en sus propias casas. No podríamos hacerlo de manera virtual, porque en días sagrados tenemos la restricción de utilizar artefactos electrónicos, es considerado un pecado. Cada uno en su hogar hará la celebración, pero no habrá actividades por Zoom”, explicó.

Sonidos y sabores

Una de las cosas más representativas de las Altas Fiestas es el sonido del shofar, un cuerno de carnero que se hace sonar durante Rosh Hashaná y luego también durante Iom Kipur (Día del Perdón). “Representa el momento en que el pueblo judío recibió la Torá en el Monte Sinaí; el despertar. Y es también el momento de mayor introspección, de conexión, arrepentimiento y reflexión durante las oraciones”, apuntó Neuah. 

Por otra parte, la gastronomía también forma parte de los festejos, aunque no se trata de ningún precepto en sí mismo. Sin embargo, la costumbre en cada hogar incluye ciertos alimentos y, sobre todo, alimentos dulces -entre los más típicos se cuenta la manzana con miel- de manera de simbolizar el inicio de un año “dulce”.

Durante las celebraciones se busca “hacer un balance espiritual de todo el año y cerrar ciclos para poder comenzar uno nuevo, óptimo. Este es un año muy especial”, afirmó el rabino para terminar.