Los efectos de la sequía

Las casi 2,5 millones de cabezas vacunadas en la segunda campaña antiaftosa 2020 reflejan un problema que tendría relación con el principal escollo que tuvo la ganadería correntina el año pasado: la sequía. Es que, según los números proyectados previo a la campaña por la Fucosa, se vacunaron alrededor de 100.000 cabezas menos en las categorías menores.

“Hay una merma respecto de lo que teníamos presupuestado, que supera las 100 mil cabezas, y eso seguramente es por efecto de la sequía”, admitió Ignacio Martínez Álvarez, presidente de la Fucosa. En este aspecto, el dirigente agregó que la categoría donde más se notó el déficit es en los terneros.

La prolongada sequía, que se extendió principalmente entre marzo y octubre y se focalizó en el Noroeste de Corrientes, generó mermas productivas que se están comenzando a ver en los campos: vacas que no se preñaron o abortaron, mortandad y déficit en la marcación de los terneros logrados por establecimiento, son algunas de las consecuencias de la falta de pasto que generó el déficit hídrico.

No obstante, Martínez Álvarez confió también que muchos establecimientos tuvieron partos tardíos, y esos terneros se podrían vacunar en la intercampaña o en la primera vacunación 2021. “Los resultados del stock los vamos a poder comparar con los animales vacunados en la primera campaña de este año, donde se va a vacunar toda la hacienda de la provincia”, señaló el dirigente.