El desafío de recriar

Si bien Corrientes es una provincia tradicionalmente ganadera, y una de las más importantes del país en esa actividad, el techo productivo de sus campos aún está muy alto. Desde el sector público tienen un diagnóstico y una visión hacia donde apuntar las políticas para que los productores mejoren, y por eso trabajan para agregar valor a la ganadería, no sólo con la mejora de los índices en producción de terneros, sino también con proyectos para agregar más kilos en los campos correntinos.

En los últimos días se reunió la Mesa Ganadera Provincial, en un encuentro donde se analizaron las posibilidades que tiene Corrientes para mejorar la principal actividad económica que tiene la provincia. La reunión surgió a raíz de un pedido del Gobierno nacional para que las provincias del Norte Grande elaboren proyectos para financiar la mejora ganadera (ver aparte).

Sin embargo, el diagnóstico es complejo para la provincia, que no puede salir de los mismos índices productivos en cría que tiene desde hace décadas. Además, el clima no viene acompañando: las inundaciones de 2017 y las sequías de 2018 y 2020 todavía le pasan factura a la producción ganadera de la provincia, que viene cayendo en stock desde hace cuatro años consecutivos.

“El problema que tiene Corrientes es que tenemos más cabezas que las que podemos alimentar”, resumió Eduardo Ortíz, coordinador del Plan Ganadero Provincial (PGP). El problema del financiamiento para incorporar tecnologías que permitan producir el alimento de la hacienda, es la principal limitante que encuentra la provincia hoy para tener un cambio de alto impacto en la actividad.

Además de tener índices muy dispares de producción, con campos que superan el 90% de marcación contra otros que no llegan al 30%, Corrientes es históricamente productora de terneros. O sea, es muy bajo el porcentaje de animales que se recrían, y la gran mayoría va a engordarse a otras provincias al destete.

Más allá de apuntalar las tecnologías que puedan mejorar los índices de preñez y marcación de terneros en los campos, desde la Mesa Ganadera también se puso el ojo sobre los sistemas de recría y la gran posibilidad que tiene la provincia de agregar valor con la retención de terneros y proyectos para dotar a Corrientes de una agricultura que pueda alimentar esos novillitos.

En este sentido, Eduardo Ortíz explicó que Corrientes tiene una gran limitante, que es la producción de granos. “Necesitamos aumentar la superficie agrícola en la provincia, para que sea abastecedora del maíz que hoy estamos trayendo del Chaco, básicamente. Si nosotros logramos tener el maíz en Corrientes, abaratamos mucho el costo del engorde, y podemos realizar recrías y engordes más eficientes”, explicó el coordinador del PGP.

En este sentido, hay experiencias exitosas en Corrientes de empresas ganaderas que producen sus propios granos para autoabastecimiento. Días atrás, el ministro de Producción, Claudio Anselmo, visitó las plantaciones de maíz de la firma Copra SA, en el departamento Mercedes, que utiliza esos granos para alimentar a sus rodeos Braford, tanto comerciales como los de su cabaña.

“Lo que está faltando es financiamiento y empresas contratistas”, consideró Eduardo Ortíz, quien de todas maneras aseguró que “las empresas ganaderas que hacen granos, traen contratistas de Entre Ríos, y creemos que, si tenemos una superficie considerable de granos a cosechar, las empresas de máquinas van a aparecer”.

La proyección “macro” que se realiza a nivel provincial es ambiciosa, pero conlleva beneficios para toda la cadena de valor de la ganadería, de tener disponibilidad de granos. Corrientes actualmente “exporta” unos 400 mil terneros por año que se engordan en otras provincias del país. Y una parte de esa proyección apunta a retener, por lo menos, la mitad de ese volumen, con tecnologías que permitan recriarlos en sus propios campos, o bien en campos de la provincia.

“Lo que necesitamos es poder financiar a los productores para que, en vez de que se vayan de Corrientes 400 mil terneros por año, que la mitad de esos terneros queden en Corrientes, por lo menos un año, se recríen acá, meterles 100 kilos más por cabeza; con eso generar una producción de 20 millones de kilos por año extra, con un agregado de valor de 40 millones de dólares, con un año de recría”, explicó Eduardo Ortíz.

Por otro lado, el técnico provincial agregó que “si se pudiera conseguir cultivo de maíz, o algún otro subproducto para hacer el engorde en Corrientes, podríamos hacer en otros 8 o 9 meses más, otros 100 kilos, con lo que estaríamos agregando otros 20 millones de kilos y otros 40 millones de dólares. Podríamos estar metiendo agregado de valor por 80 millones de dólares, si lográramos retener 200 mil terneros un año y 100 mil novillos al año siguiente. Esa es la línea de alto impacto para nosotros”, explicó Ortíz.

Todo Lo que se pueda hacer con la cría es positivo, pero es más lento y más difícil, porque el productor no tiene infraestructura, muchos no tienen el manejo, y es mucho más lento. Hoy debemos apuntar a la recría de invernada, que es lo que va a agregar valor más rápido, y en algún momento vamos a poder tener la inversión de 25 o 30 millones de dólares, que es lo que sale poner un frigorífico instalado en Corrientes”, señaló Ortíz.

Destete precoz

Por otra parte, pero siempre ligado a la disponibilidad de granos en campos cercanos, existe otra línea de trabajo, más proyectada a los pequeños productores ganaderos, que podría mejorar los índices productivos. “Trabajar en tecnologías de alto impacto, como el destete precoz; como en la provincia estamos muy cargados, tenemos más hacienda de la que podemos alimentar, la vaca no pasa en buenas condiciones durante el año, por eso se preña la mitad de las vacas. Con destete precoz, se podría aumentar un 20% o 30% la producción de terneros, y eso es de alto impacto”, comentó Ortíz.