Omar Christian Buteler*
Publicado en Ámbito
El segundo semestre del 2021 fue un mercado alcista para los dólares alternativos, de la mano de una mayor emisión los valores crecieron fuertemente pasando de $140 en abril a más de $200 en el CCL por ejemplo. Sobre el final del año y al principio del actual parecía haber encontrado cierta tranquilidad hasta que el propio ministro Martín Guzmán en una conferencia de prensa puso en duda el acuerdo con el FMI.
Lo que siguió, lógicamente, fue un nuevo salto cambiario. En 20 días el dólar subió un 15 % hasta que se anuncia el haber llegado a un principio de entendimiento con el organismo. El mismo motivo que impulsó la suba, el acuerdo con el FMI, motivó la baja al cambiar el rumbo de las negociaciones. Hoy los dólares financieros se encuentran en un rango de $190-$200.
¿Qué podemos esperar para adelante, podrá seguir bajando o ya nos encontramos en zona de piso? La verdad es que el dólar siga bajando en medio de una economía con una inflación del 4 % mensual no es muy sostenible. Si los bienes y servicios suben a ese ritmo todos los meses, ¿por qué no lo haría el dólar que es un precio más de la economía? Hoy probablemente los $190-$200 sea un rango de piso para estos dólares.
Estar en dicha zona no significa que no puedan bajar un par de pesos más o que mañana deba empezar a subir inmediatamente. Significa que la baja está por terminar y que quien quiera volver a posicionarse no estaría pagando un dólar caro.
Esto es lo vivido hasta acá pero como siempre lo importante es lo que viene, el resto es historia y la búsqueda de motivos. Y lo que viene depende de distintos escenarios posibles con más o menos posibilidades de ocurrencia
Comencemos con el más favorable. El Gobierno acuerda con el FMI, baja el déficit y cumple con la menor emisión. Bajar el déficit permitirá al Gobierno necesitar menos pesos, limitar el financiamiento directo que puede obtener del Bcra lo obligará a tomar más deuda en el mercado local, absorbiendo dinero que hoy van a leliqs y pases, bajar la cantidad de pasivos remunerados ayudará el balance de la entidad y tendrá que pagar menos intereses (que es otro factor de emisión). Todo esto terminaría redundando en un menor nivel de emisión de pesos, lo que implicaría no solo una menor inflación para el segundo semestre sino también un menor nivel de demanda contra el dólar. De darse todo esto podríamos ver un 2022 donde la brecha deje de crecer, de hecho ya ha bajado de más del 100 % a 70 %. La caída en la brecha sería por un dólar oficial creciendo a mayor velocidad que los financieros.
El segundo escenario sería un acuerdo aprobado con el FMI pero con un cumplimiento parcial, en ese caso dependerá de la clase de incumplimientos en que se incurra pero claramente empezaríamos a alejarnos de los resultados anteriores. La confianza seguiría sin aparecer, la inflación del 2021 sería piso y las brechas volverían acercarse al 100 %.
El tercer escenario sería que no salga el acuerdo o que, por el nivel de incumplimiento, se caiga en las primeras revisiones. Los problemas actuales se profundizarían, la única fuente de financiación sería la emisión de pesos con lo cuál tanto la inflación como los dólares financieros tomarían un nuevo impulso donde sería muy difícil estimar hasta dónde pueden llegar.
El acuerdo con el FMI no soluciona todos los problemas de la Argentina, pero cumplir las metas establecidas nos dará las bases para empezar a normalizar la economía. Mientras no logremos un equilibrio fiscal ni bajar la inflación a niveles aceptables, cualquier crecimiento de la economía o estabilidad será solamente transitorio.
* Analista financiero.