Belen Da Costa
De la redaccón
Intentaron estafar a una joven emprendedora en Corrientes y ya son 10 las personas que coincidieron en que les pasó lo mismo. La denuncia se difundió en redes sociales y hablan de “la estafadora de Tinder correntina”.
A principios de este año la plataforma internacional Netflix lanzó un proyecto audiovisual llamado: El estafador de Tinder. Con rapidez logró relevancia por contar la historia de un grupo de mujeres que fueron estafadas por un hombre que se hacía pasar por millonario para terminar robándoles el dinero. Ahora, usuarios de las redes sociales catalogaron de esta manera a la situación que vivió Agustina Muñoz, una emprendedora de Corrientes Capital, de 19 años, que tiene una tienda de ropa en el centro de la ciudad. El martes difundió en su cuenta de Twitter una experiencia con una persona que se hizo pasar como una clienta y a la hora de transferir el dinero del pago, enviaba comprobantes falsos. Ya hay una exposición policial en su contra en la Comisaría Séptima y son 10 las personas que le escribieron a Agustina para contarles la experiencia que vivieron con la presunta estafadora, según le contó Muñoz a El Litoral.
“Me habló como cualquier clienta normal. Me mandó la transferencia, me dijo que el dinero suele tardar en llegar. Como yo no tenía datos y estaba en el odontólogo no podía corroborar”, relató ayer Agustina en un hilo en la red social.
La emprendedora adjuntó todas las capturas de la conversación con la supuesta estafadora en las que se ve que habla con tranquilidad, como una compra cualquiera. “Yo le envío la ropa confiada, aunque nunca acepto comprobantes así sin acreditar. Pero como era conocida del barrio, sabía dónde vivía y todo eso, no pensé que me pudiera pasar”, dijo. El primer comprobante tiene como origen un banco argentino por el supuesto pago de $4.700. Luego, Agustina relató una historia que duró días. En el camino, le solicitó el comprobante de pago oficial a la joven varias veces al igual que sus datos personales para poder corroborar a través de la plataforma qué había pasado. Desde la empresa le confirmaron que la transacción no había sido realizada en ningún momento.
Finalmente, entre idas y vueltas, le entregó parte del dinero a través de una transferencia y otro monto en efectivo. En total la deuda era de $14.000. Pero la historia de la joven trascendió en Twitter y se volvió viral con el correr de las horas. Al momento de la redacción de esta noticia, el hilo de Twitter tenía 3.348 me gusta. Además, fue citado 340 veces y retuiteado 822.
Ya son 10 las personas que confiaron en Agustina y le contaron que vivieron experiencias similares con la joven en cuestión. También enviaron comprobantes de pago aparentemente falsificados. Algunos casos Muñoz los publicó en la red social del pajarito, otros no porque “esperan recuperar el dinero y hasta son amigos de la supuesta estafadora”, señaló la joven a El Litoral.
“Hasta ahora me hablaron aproximadamente 10 personas en total. Las tres chicas que publiqué, tres amigos de ella que esperan recuperar su plata, por eso no subo nada, y tres personas del rubro de comida de su propio barrio”, detalló.
“Estoy tratando de comunicarme con un local de bebidas al que se estima que estafaba por el valor de $10.000 por día. Tenía muy bien armado su plan”, sumó.
Agustina confirmó que realizó una exposición policial. “Al principio, la policía no me la quería tomar porque decía que para qué, si ya me pagó, que no había estafa si ya me había pagado. Pero insistí y le dije que me la tomen, o como tentativa de estafa o falsificación de comprobantes, que eso es ilegal”, precisó.
“Más que nada porque el pago con tarjeta, tanto a mí como a las otras chicas, dentro de 3 meses o menos lo pueden dar como anulado, como si le robaron la tarjeta, porque usó la de la hermana y me hacen un contracargo. Eso afectaría a mi cuenta que uso para trabajar y me descontaría toda la plata”, mencionó.
La joven comenzó con el emprendimiento hace un año y medio, pero con el local físico, hace medio año. “Aparte de trabajar, también empecé a estudiar. Eso me saca mucho tiempo y la verdad es que no tenía tiempo para todo esto. La facu me la pago yo y es un reesfuerzo. Me pone muy triste tener que perder todo mi tiempo en esto”, lamentó.
“La verdad es que yo no pensé que se iba a hacer tan viral, pero me pone feliz. Más que nada porque la policía se reía de mí y me decía que seguro no le hizo a nadie más cuando me fui a hacer la exposición, que no sea exagerada”, agregó Muñoz. Después de la difusión de esta situación, Agustina no volvió a hablar con quien la estafó. Pero espera que su historia sirva para evitar situaciones similares con otros jóvenes emprendedores como ella en estos tiempos difíciles.