La fiscal federal Cecilia Incardona se opuso este viernes al levantamiento de la prohibición de salida del país de la tripulación del Boeing 747 investigado por presuntos vínculos con organizaciones terroristas. El pedido de la representante del Ministerio Público Fiscal también se extendió sobre la aeronave, que permanece en el aeropuerto de Ezeiza desde hace más de un mes y medio.
Después del pedido de la defensa de los cinco tripulantes iraníes y los catorce de origen venezolano para que se les permita dejar el país, el juez Federico Villena pidió la opinión de la Daia, en su rol de querellante.
La entidad judía se opuso al planteo y pidió al juez que la rechace. Su abogada, Marta Nercellas, dijo que “aún falta terminar la prueba principal que se basa en el contenido de los celulares” de los tripulantes. Entonces, si se los deja salir ahora con estos antecedentes y si aparece una evidencia, “nunca volverán”.
La presentación de la asociación israelita se realizó después de que el lunes Villena ordenara liberar la carga de la aeronave.
Entre los argumentos para coincidir con la Daia, la fiscal Incardona entendió que como aún se encuentran en marcha numerosas medidas de prueba y documentos bajo análisis, no corresponde habilitar a la tripulación a que abandone la Argentina.
Según un informe de Lucía Salinas en Clarín, aún no se recibió la información requerida a otros países “como tampoco se terminó el análisis de la información de los celulares que está en farsi y debe ser traducida”.
La fiscal tampoco cree probada la razón de tamaña cantidad de tripulantes en un vuelo de carga, “ya que ellos dijeron por escrito que venían en vuelo de instrucción pero no hay ningún documento o dato que lo acredite”.
Pese a que los tripulantes no se encuentran formalmente imputados, Incardona sospecha de que solo integren un vuelo comercial.
(JML)