Una familia curuzucuateña cabalga a Yapeyú desde hace 54 años para agradecer a San Martín. Recorre al menos 153 kilómetros y realiza postas en el camino para cuidar a sus animales. Busca honrar el legado del padre de la patria.
“Venimos hasta acá a rendir homenaje a San Martín y darle las gracias. Esto empezó en el año 1968. La empezó mi padre, José Manuel Aspiazú, cuando yo tenía nueve años, y de a poco se fue agregando gente”, comentó a El Litoral, Lucio Aspiazú, encargado de la cabalgata y exdiputado nacional por la UCR. Según indicó, de a poco “se fueron sumando de las demás localidades”.
“En el 2019 fuimos 67 personas, que fue el año que más fuimos. Este año son 36. Somos cinco o seis familias que nos unimos para organizar toda la parte operativa, la sanidad de los caballos, las paradas y todo lo que conlleva un viaje como este”, comentó.
La familia Aspiazú, junto a sus amigos, salieron el 14 de agosto por la mañana y llegaron el 16 pasado el mediodía. Pararon en la sede del Ejército, donde viven los Granaderos a Caballo.
“Para nosotros Yapeyú es algo muy especial. Venir después de tantos años y que se haya contagiado a diferentes agrupaciones de distintos departamentos es muy emotivo. El legado de nuestro padre está absolutamente cumplido”, sostuvo el jinete.
De la agrupación José Manuel Aspiazú participan personas de todas las edades y este año sumaron la categoría infantil de 8 a 11 años. “Con esto de cierta forma entusiasmamos a las juventudes. Les hacemos ver los valores, las virtudes y ayudamos a formar su carácter. Son 60 kilómetros en promedio los tres días. Para eso hay que saber moderar el carácter, ser solidario, marchar todos juntos y ayudarse. Es un equipo y hay que cuidar al jinete, las calchas y a uno mismo”, describió.
“Aprovechamos para hablar de la moral, de la honestidad, de ser servicial y de tantos valores y virtudes que nos dejó nuestro general”, cerró Aspiazú.
(BDC)
