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Dos economistas Cavallo-Milei, viejos fracasos como nuevas propuestas

Motiva esta reflexión el documento respecto a la dolarización que propone Javier Milei, que autoposicionándose como líder mesiánico y aprovechándose de argentinos desesperados por la situación económica, confunde a la sociedad con recetas viejas que ya fracasaron en nuestra economía. 

Por Noel Eugenio Breard

senador provincial - UCR 

En mi lectura del libro de Remes Lenicov, 115 días para desarmar la bomba, historia íntima de la última vez que se sinceró la economía, esta obra explica cuáles fueron las lecciones de la crisis de 2001 que la política no quiso aprender.

Hoy hablan de que existe una bomba económica que va explotar nuevamente y algunos de extrema derecha la desempolvan, trayendo al presente viejas recetas que ya fracasaron, ayer convertibilidad, hoy dolarización, su fase superior y los rostros son Domingo Cavallo y Javier Milei.

La lectura de temas relatada por actores que vivieron la crisis del 2001, las medidas tomadas por la salida explosiva de la convertibilidad de Cavallo (que es la fase penúltima de la dolarización, fue un plan que atrajo a mucha gente que venía de la hiperinflación y estaba preparada para soluciones mágicas, un dólar-un peso). Llegamos a emitir dólares vía la convertibilidad, esto frenó la inflación y sirvió para dar legitimidad al voto cuota, a la vez la gente quedó de rehén de este mecanicismo.

Las contraindicaciones insalvables al decir del exministro de economía Sourroille, cuando le preguntaban en esa época afirmaba: “Cuando más dure, más daño hace, es como la diabetes, es silenciosa, hace daños irreparables a los órganos vitales” y la experiencia demuestra cómo nuestra economía fue perdiendo productividad, competitividad, retraso cambiario, desacople con otros países y como perdió la caja de herramientas ante la crisis del tequila en México, el vodka ruso y la caipiriña brasilera, donde las empresas no podían exportar, se subsidiaba el trabajo extranjero, aumentaba el desempleo nacional, se generaba duplicación de deudas en dólares, los servicios se dolarizaron, más la inflación americana se sumaban, privatizaciones masivas rápidas y sin controles con el argumento de que era achicar el déficit público y la deuda pública, la que siguió aumentando y la financiación que necesitó el modelo perdió el mercado espontáneo por el festival de bonos y quedó el prestamista de último instancia, el FMI y duró artificialmente la convertibilidad hasta que el organismo internacional financió, el día que dejó de hacerlo terminó de la peor manera, el país y la convertibilidad explotaban.

Esto es bueno para recordar a muchos y enseñar a los jóvenes que todas estas medidas fueron una mala respuesta a la crisis, pero las preguntas siguen, lo grave no es que estemos contando historia, hay grupos económicos con Cavallo y Milei a la cabeza que quieren reeditar esta experiencia.

Milei plantea desde su anarcoliberalismo:

Desaparición total del Banco Central. renunciando a una política monetaria como actúan todos los bancos centrales de países serios de cualquier ideología.

Plantea el Estado a su mínima expresión o su negación.

Plantea ventas de órganos humanos, convirtiendo al ser humano en una mercancía que se puede fraccionar, además de no impedir relaciones entre hermanos.

Milei y las corporaciones que lo sostienen plantean achicar al mínimo el espacio público democrático, es decir, la política, sustituyendo ese espacio por corporaciones porque si no decide el poder democrático, deciden los poderes concentrados.

Milei propone el anarcoliberalismo, donde el zorro en el gallinero se come las gallinas en nombre de la libertad y la ley del más fuerte, proponiendo un darwinismo social, la selección del más fuerte y descarte del débil.

Milei propone la mano invisible del mercado para resolver su propias fallos, estando demostrado que el mercado es un buen instrumento de acumulación de riqueza y muy mal asignación y distribución social.

Milei propone convertir a la Argentina en un punto de mercado del mundo globalizado y no de construir una sociedad y una Nación.

Milei en nombre de la escuela austríaca de Friedrich Hayek, un teórico de doctrinas que ya fracasaron, son el vaticano de las ideas fantásticas de esa escuela llamada Mon Pelerin.

Milei quiere integrarse al mundo y al comercio internacional ciegamente, cuando en el comercio internacional el 80% es administrado y se realizan intrafirmas subsidiarias, etc., y quiere comerciar como bobo, con reglas distintas donde el fracaso está asegurado.

La oposición responsable tendrá que explicar, desde la razonabilidad, cuál es el plan integral con objetivos e instrumentos que reviertan la decadencia Argentina y sustituir el camino fácil de endeudamiento crónico con aumento geométrico de deuda externa que cada cierto tiempo genera crisis de balance de pagos inflación y achicamiento del país.

Debemos cambiar la matriz productiva, profundizar la sociedad del conocimiento, utilizar talento para la investigación que desarrolle una sociedad armónica y donde el federalismo sea el instrumento de equilibrio, gran ausente en la historia argentina.

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