Este jueves y en medio de fuertes controles, el dólar blue siguió subiendo. Terminó en $ 602, un nuevo récord y un salto del 10% en lo que va de la agosto.
Los esfuerzos del Gobierno por frenar la escalada del blue dan pocos frutos. En las últimas horas, se redoblaron los controles en la city porteña a través de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), lo que llevó a que muchas cuevas cierren por prevención, desaparezcan los arbolitos y baje la oferta.
El miércoles, con pocas operaciones, el blue llegó a tocar los $ 600. En esta rueda dio un paso más y rompió ese techo al cotizar entre $ 608 y $ 610, aunque finalmente cerró en $ 602.
Esta vez el blue sube atizado por el componente electoral, pero también por la incertidumbre económica, con el Banco Central con las reservas brutas en US$ 23.827 millones, el nivel más bajo desde 2006.
La debilidades del Central se traduce en reservas netas negativas por casi US$ 11.000 millones. Esto es consecuencia del efecto de la sequía que restringió el ingreso de divisas por las menores exportaciones, pero también de que el Gobierno se vio obligado a pagar deudas con reservas al no poder cumplir con las metas establecidas originalmente con el Fondo Monetario.
Este incumplimiento derivó en que el organismo retrasara los desembolsos previstos. Tres semanas atrás, Massa cerró un acuerdo técnico con el FMI, que teóricamente habilita un desembolso de US$ 7.500 millones para después de las PASO. Sin embargo, para que ese dinero llegue, este acuerdo aún debe ser refrendado por el directorio del Fondo. Y se especula con que el directorio podría endurecer las condiciones.
