El saldo de muertes por la explosión en un área comercial de San Cristóbal, sur de República Dominicana, subió a 27, informó ayer el director del Centro de Operaciones de Emergencia, general Juan Manuel Méndez.
Según la agencia de noticias AP un funcionario del mismo departamento que permaneció bajo anonimato, el número de desaparecidos se mantiene en 10 debido a que las autoridades forenses aún intentan determinar si los cuerpos adicionales corresponden a los desaparecidos.
El personal de emergencias aún no ha podido tener acceso total al edificio en donde se registró la explosión del lunes.
El último boletín oficial, divulgado el martes en la tarde, daba cuenta de 11 muertos y 59 heridos, de los cuales 37 permanecían en centros de salud.
La explosión ocurrió el lunes en la tarde en esta ciudad ubicada a 24 km de la capital Santo Domingo. En el lugar funcionaba una ferretería y una fábrica de plásticos, donde se cree se originó el siniestro, aunque hasta ahora las autoridades no han develado ninguna hipótesis.
Ese estallido y los posteriores focos de incendio desatados afectaron nueve edificaciones y destruyeron parcialmente otras cuatro.
El presidente dominicano, Luis Abinader, asistió a una misa en honor a las víctimas y se reunió luego con los equipos de emergencia y de su gobierno.
“Es un evento que nos ha impactado a todos, estamos muy impactados, mucha tristeza”, señaló sin adelantar el saldo de víctimas.
La zona fue militarizada y el perímetro de seguridad ampliado, según la prensa local. No se ha establecido cómo se originó la detonación, que afectó múltiples negocios.
San Cristóbal es la cuarta provincia más poblada de Dominicana, con 688.828 de los 10,7 millones de habitantes del país.
Entre las víctimas había un bebé de 4 meses que murió por traumatismo craneoencefálico y una mujer que trabajaba en un banco.
