Boca Juniors empató anoche sin goles como visitante de Platense, en Vicente López, por la fecha inaugural de la zona B de la Copa de la Liga Profesional (LPF), en lo que representó un opaco estreno oficial de Diego Martínez como entrenador del Xeneize.
El encuentro, a lo largo de los casi 96 minutos en el estadio Ciudad de Vicente López, transitó por los carriles de la fricción y la imprecisión. Y en ese contexto, el conjunto local se movió mejor y hasta -por momentos- resultó superior al adversario que, por nombres e historia, asoma como uno de los potenciales candidatos a quedarse con el título.
Lo mejor de Boca quedó en los pies del ingresado Kevin Zenón, incorporación proveniente de Unión de Santa Fe que se movió por izquierda cuando entró por Juan Ramírez e hilvanó las acciones de mayor peligro que exhibió el visitante en el cotejo.
También hubo un criterioso estreno de la otra cara nueva del elenco boquense, el defensor Cristian Lema, quien no se complicó jamás y desafectó cualquier potencial maniobra de peligro del Calamar.
Platense trabajó el partido desde el minuto inicial, con las proyecciones por la banda de Raúl Lozano, el equilibrio en el medio de Iván Gómez y los eventuales desenganches de Lucas Ocampo (lo mejor del primer tiempo) en el aspecto ofensivo.
El DT Sebastián Grazzini armó una línea de cinco, que se transformó en tres defensores netos, porque tanto Ciro Rius como Lozano pensaron más en mandarse por sus respectivos sectores que en defender los embates de un Boca que se vio sorprendido en el arranque.
En esos 45m. iniciales, el equipo de Diego Martínez repitió vicios de los de Jorge Almirón DT: falta de ideas, escasa combatividad en el medio y poca sorpresa en materia ofensiva.
La única clara del visitante se dio a los 14m., con un remate del peruano Advíncula, tras un desborde del colombiano Fabra, por izquierda. El disparo fue contenido en dos tiempos por el guardavallas Cozzani.
En la segunda parte, Boca mejoró ligeramente con los ingresos de Edinson Cavani y Kevin Zenón, fundamentalmente. Pero también le faltó profundidad y serenidad como para inquietar seguido el arco rival, amén de que ya no pasó sobresaltos.
El partido se tornó un poco más emotivo, pero no escapó a la medianía general de dos equipos que exhibieron los vicios del poco rodaje y que todavía necesitan mejorar en su funcionamiento.