Juicio por gatillo fácil: policía acusado negó haber matado a Exequiel Riquelme

El policía Julio Maldonado declaró en la apertura del juicio por el asesinato de Exequiel Riquelme en un operativo realizado en septiembre de 2010 en el barrio Pío X, y negó haber matado al menor. Dijo no saber quién fue el que efectuó el disparo. De acuerdo al informe pericial, el arma que portaba el efectivo el día del crimen no se accionó.

El debate se llevó a cabo ayer a la mañana en el Tribunal Oral Penal Nº 1 de esta ciudad. Maldonado está acusado de homicidio agravado en el ejercicio de sus funciones, un delito que contempla la pena de reclusión perpetua.

El efectivo decidió declarar y contar su verdad. Permanece preso desde hace más de tres años. 

Reconoció el arma de fuego que le exhibieron. Se trata de una escopeta calibre 12,60 tipo Itaka. De forma contundente dijo que él no disparó. Recordó que entre el grupo de policías que participaba del procedimiento delante de él iba un agente de apellido Avellaneda. Cuando vio a Exequiel se quedó en el lugar para asistirlo y junto con otros policías lo alzaron a un patrullero y lo llevaron al hospital, donde finalmente el joven falleció.

Luego comparecieron  los policías Federico Amarilla, Lidio González y Rosa González de Rossi; los dos últimos de la Dirección de Investigación Criminal.

Los efectivos también reconocieron las armas de fuego secuestradas en la causa.

Todos coincidieron en su relato. Nadie sabe quién fue el que le disparó en la cabeza al menor, al confundirlo con un delincuente.

El debate continuará el 29 de julio a las 8.

El tribunal está compuesto por los jueces Ricardo Carbajal, Rafael Escarlón y María Martínez Spalla.

En representación del Ministerio Público se desempeña el doctor Carlos Lértora.

En la querella actúa el abogado Facundo Esquivel. En tanto que Maldonado es defendido por el abogado Juan Francisco Brambilla. 

La causa

El homicidio ocurrió el lunes 6 de septiembre de 2010. En la intersección de las calles Las Heras y Gobernador Velazco los policías advirtieron la actitud sospechosa del menor, que al notar la presencia policial corrió hacia su casa. Al operativo se sumaron otros móviles y se inició una persecución.

Al verse acorralado, Exequiel Riquelme ingresó a la casa de un vecino ubicada en Pasaje Las Flores, entre Chubut y Santa Cruz, a pocos metros de su domicilio.

Fue detenido en el pasillo de la vivienda y herido de un disparo en el cuello. Los perdigones le provocaron una grave lesión y comenzó a desangrarse.

Fue trasladado en un patrullero al Hospital Escuela, donde le extrajeron de la zona del cuello 13 perdigones de goma que fueron disparados por una escopeta calibre 12,60 tipo Itaka. 

Riquelme fue derivado posteriormente al Hospital “Juan Pablo II”, donde alrededor de las 23 dejó de existir.