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Religión en las escuelas: una realidad con fuerte arraigo católico en Corrientes

Escuela N°10. Foto: Cacho Monzón

Por Roxana Feldman (@roxifeld)
 
Mara acaba de cumplir 10 años. Es evangélica por lo que sus papás decidieron mandarla a una escuela pública. Al llegar al establecimiento, monolitos, símbolos e imágenes religiosas se convierten en el paisaje diario. En algunas ocasiones debe participar en celebraciones que de hecho no comparte pero que la hacen sentir parte del grupo. 
Matías tiene 8 años. Es judío. Si algún compañero o compañera celebra su cumpleaños en el aula, su maestra invita al rezo católico antes de comer. Él lo respeta y hace silencio, aunque la mirada de algunos de sus compañeros pareciera no comprender por qué él se mantiene al margen.
Éstas son sólo algunas de las situaciones que Milton Rosés, trabajador de la Dirección de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación de la Provincia, fue recolectando en lo que espera se convierta en un documento que exponga la vinculación entre escuela primaria y religión.
Estudiar esta interacción es apelar a las costumbres y la identidad provincial. El caso de Corrientes es particular debido al fuerte arraigo religioso existente en la comunidad, sobre todo vinculado al catolicismo, el credo con mayor número de feligreses en la geografía provincial. Lo que dice la legislación queda en segundo plano cuando existe una idiosincrasia que domina el panorama y la supera en la práctica. 
“En Corrientes lo que aparece en cuanto a la legislación no hace referencia en ninguna circunstancia a la laicidad educativa”, sino que su introducción o no en las escuelas “queda abierta a la tradición, normas y costumbres del lugar" y es probable que, "de no existir demanda social”, la situación no se modifique, aseveró Manuel Becerra, docente bonaerense y editor del blog especializado en educación públicawww.fuelapluma.com.
Milton Rosés en su labor en la Dirección de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación de la Provincia recorre escuelas de Capital e interior con frecuencia. De su conocimiento de campo asegura que el vínculo entre la educación y la religión “es muy fuerte”, principalmente en la escuela primaria aunque remarca que esta situación“está tomada con naturalidad, por ser la religión católica la más difundida en la provincia y por la forma en que el correntino vive su fe”.
Entre los escenarios más comunes que reflejan ese vínculo entre religión y escuela, Roses enumera que en la amplia mayoría de las escuelas que visitó hay presencia de iconografía católica en los “espacios colectivos como ser en las entradas, patios, biblioteca y otros lugares”. 
Otro ejemplo es el rezo en la entrada que, “si bien hay que entender que se realiza como una invitación a los chicos", es fácil comprender que esto "conforme o consolide" matrices culturales. Cuenta que también es corriente, principalmente en las escuelas de los barrios, que haya una relación fluida entre la escuela y las parroquias.
 
Qué dice el proyecto de Ley de Educación de Corrientes
 
Del análisis al proyecto de Ley de Educación de Corrientes que, si da el tiempo, se tratará la semana que viene en sesiones extraordinarias en la Cámara alta, se desprende que sólo hace referencia a la cuestión de religiosidad cuatro veces, pero en ninguno de los 172 artículos que la componen aparece la palabra “laicidad”.
En el artículo 4, el Estado provincial se compromete a garantizar la participación en la política educativa de “las confesiones religiosas reconocidas oficialmente”. En el artículo 151, en tanto, indica que los alumnos y las alumnas tienen derecho a “ser respetados en su libertad de conciencia, sus convicciones religiosas, morales y políticas, en el marco de una convivencia democrática”.
Del lado de los padres o tutores, señala en el artículo 153 que tienen derecho a “elegir para sus hijos o representados la institución educativa cuyo ideario responda a sus convicciones filosóficas, éticas o religiosas”.
La última alusión a la cuestión religiosa se establece en el apartado “De las comunidades”, en el artículo 157, donde el Estado reconoce la “función educativa de las comunidades religiosas legalmente establecidas, conforme a las normas constitucionales” .
El lineamiento general de la normativa garantiza el “pleno ejercicio de los derechos a enseñar y aprender” en el marco de un entorno “tolerante y comprensivo de las diferencias”, aunque en consonancia con la “identidad provincial”, es decir la serie de normas culturales que rigen la idiosincrasia correntina, “fortaleciendo el principio de inclusión plena de todos los habitantes sin ninguna forma de discriminación”.
 
“La obligatoriedad de la laicidad no garantiza prácticas laicas cotidianas”.
Esta frase resume el rol determinante que ejerce la naturalización de la religiosidad católica en el ámbito educativo de Corrientes. Tanto Rosés como Becerra ven con “muchas dificultades” que la laicidad pueda ser posible en las aulas y justifican esta postura teniendo en cuenta la manera en que opera el “arraigo de la fe católica en el centro de la forma de ver el mundo”.
De hecho Becerra sostiene que, en un terreno hipotético y de modificarse la legislación educativa correntina haciendo expresa referencia a la obligatoriedad de la laicidad, eso “no garantizará prácticas laicas cotidianas”. 
Esto dependerá exclusivamente del compromiso del Estado y de cómo actúen las relaciones de fuerza. “Lo fundamental será que el Estado vaya a cada escuela y acompañe esas políticas; significará que adopte una postura militante por ese objetivo”, dice y lo secunda Rosés: “Creo que la única forma en que pueda darse es si el desplazamiento se impulsa desde políticas de Estado”.
Si bien la legislación asegura la plena eliminación de todas las prácticas discriminatorias, Becerra remarca el hecho de que los chicos pueden experimentar situaciones de “separación” al profesar religiones diferentes a la mayoritaria, al quedar afuera de ritos que no le representen.  “Los riesgos se ven, sobre todo, en chicos de primaria, en plena etapa formativa donde es más fuerte ser separado de un grupo y donde el acompañamiento es muy importante”.
Esta situación también reviste un debate social y cultural profundo teniendo en cuenta que en noviembre de este año el Observatorio de Internet del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) realizó un estudio que arrojó que la religión es la principal causa de discriminación en redes sociales, terreno intrínseco de los nativos digitales.

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