Desde su construcción entre 1983 y 1987, el Anfiteatro Cocomarola tuvo un rol protagónico en muchos eventos realizados en la ciudad de Corrientes, principalmente culturales. Sin embargo, una noche de fines de abril de 1992 todo pareció perderse por un tornado con vientos de más de 120 kilómetros por hora que golpeó de manera sorpresiva a la capital correntina.
Abril había sido un mes en que el escenario fue muy concurrido, en los primeros días se realizó la VII edición de la Fiesta Nacional del Chamamé. Luego, el 26 de abril, fue el turno de la presentación del popular cantante Ricardo Montaner.
El escenario Osvaldo Sosa Cordero tenía una estructura muy diferente a lo que se ve hoy, contaba con una imponente cúpula de concreto y hierro que pasó a ser escombros en minutos aquel martes 28 de abril. Según comentaron las crónicas de El Litoral en esos días fue un día normal y nada hacía prever lo que se venía, pero pasadas las 20 comenzó un fuerte descenso de la temperatura y algunas lluvias, generándose el fenómeno.
En su edición del miércoles 29 se relató que cerca de las 21 recibieron las primeras noticias de lo que había sucedido con el Anfiteatro Cocomarola. Para ese momento las calles de la ciudad ya estaban inundadas, por lo que los cronistas y fotógrafos tuvieron serios problemas para llegar hasta la zona del barrio Ex Aero Club, con grandes zonas de la ciudad sin luz, árboles caídos sobre automóviles y calles cortadas.
“La imponente cúpula del escenario Sosa Cordero estaba en el suelo, como si una inmensa bomba hubiese impactado en la cúspide. El resto había volado a casi 200 metros, esparciéndose peligrosamente sobre el poblado vecindario”, relató El Litoral el 29. También se detalló que el ruido que generó la destrucción del Cocomarola se escuchó hasta el centro.
De manera melancólica, este medio publicó un recuadro días después con el título “Así lo queremos recordar”, con una foto del Cocomarola durante el recital de Montaner. La nota decía: “Ricardo Montaner fue el último grande que ocupó este escenario, haciendo vibrar y cantar al pueblo, y así se cumplió una vez más la misión por la cual fue concebido nuestro Anfiteatro, unir a la gente y el pueblo estuvo unido por los grandes de Corrientes, América y el Mundo. En miles de noches estelares. Montaner fue el último... un tornado en minutos lo redujo a nada y el pueblo se aletargó. Seguramente otras autoridades más arrimadas al pueblo lo reconstruirán y Corrientes cantará”.
Los barrios
El huracán que pasó por Corrientes dejó como nota más importante la destrucción del Cocomarola, pero también hubo serios problemas en el lugar, ya que el fenómeno tuvo como epicentro la zona del Anfiteatro, desplazándose hacia el sur y el este.
Lo que comenzó en el área del barrio Ex Aero Club y Mil Viviendas, también pasó por el Pío XI, Juan de Vera, y luego para el San Antonio, Montaña, Esperanza y vecindarios aledaños.
Cerca de 600 familias se quedaron sin techos por los vientos y unas 250 casas quedaron destruidas en cuestión de segundos. Días después del hecho, las calles de tierra seguían inundadas. El centro comercial de las Mil Viviendas también sufrió importantes daños, con voladuras de techos que perjudicó a decenas de locales.
Para poder entregar un paliativo a los perjudicados por el tornado, la Municipalidad capitalina implementó en ese momento un fondo de ayuda. Además se comenzaron a generar colectas solidarias.
Comentarios