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/Ellitoral.com.ar/ Policiales

A cuatro meses de la desaparición de los concordienses continúa el misterio

La esposa de César Miño fue madre hace un mes. No encuentra consuelo y se quejó de que pese a las promesas de búsqueda, no hay avances en la causa. El último dato fue que en octubre hallaron incendiada la camioneta de los viajantes. 
La última pista. La camioneta de los desaparecidos fue incendiada en San Carlos.

Pasaron cuatro meses de la desaparición de los concordienses César Andrés Miño (37) y Sergio Andrés Quintana (33) que emprendieron viaje rumbo a Encarnación, Paraguay, en septiembre último, pero nunca llegaron a destino. En la localidad correntina de San Carlos, hallaron su camioneta incendiada.

Miño y Quintana salieron de Concordia rumbo a Encarnación en la mañana del miércoles 20 de septiembre de 2017. El jueves 21, las cámaras de seguridad de una gasolinera de Monte Caseros, a 440 kilómetros de Posadas, captaron las que serían las últimas imágenes de ambos con vida.

El lunes 16 de octubre en la localidad correntina de San Carlos, a metros del límite interprovincial con Misiones, la Peugeot Partner de Miño fue encontrada desguazada e incinerada en medio de un pinar.

“Eso fue lo último que supimos. En la camioneta no se encontró absolutamente nada. Es desesperante y doloroso para nosotros ver cómo pasan los días y no hay ningún dato, ninguna información de ellos”, resume Fiamma Chapay, esposa de Miño al diario Primera Edición.

La historia de la pareja es tristemente particular. Fiamma y Miño tienen dos hijos, pero sólo uno de ellos, un varón de 2 años, conoce a su padre. “Dar a luz y que no esté fue muy duro, muy complicado. Era la nena que él tanto quería. Nunca pensé que todo esto me iba a pasar. La bebé nació hace un mes y aún no conoce a su padre”, se quiebra Chapay, quien también debe responder a los reclamos del mayor por su papá: “Me pregunta todos los días y no me queda más que decirle que está trabajando. Todo el día espera por el regreso de su padre”.

La desaparición de Miño y Quintana alcanzó repercusión nacional ante el misterio que aún persiste sobre el paradero de ambos. Por eso, Fiamma y también familiares de Quintana tuvieron la posibilidad de reunirse con la titular del Ministerio de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en Concordia.

“Nos reunimos con Bullrich y nos prometió de todo. Nos dijo que se iba a fijar un monto a través del Fondo Nacional de Recompensas por la Desaparición de Personas para quien aportara datos. Aseguró que iban a hacer una búsqueda terrestre y por aire. Nos prometió de todo y no cumplió nada. Le pregunté a mi abogado si volvieron a comunicarse, pero nada”, cuenta Fiamma, quien insiste en que la sensación que le queda es que, para las autoridades, “es como si se hubiesen perdido dos perros”. Sobre el viaje en sí, la entrevistada relató que la de septiembre era la tercera vez que Miño viajaba con Quintana. Aseguró que su marido había llevado unos 15 mil pesos para comprar mercadería en Encarnación, era comerciante, y unos 5 mil para el combustible, una cifra total que no hace suponer, por ejemplo, un robo previsto con antelación por una banda de delincuentes organizada. “No entendemos qué pudo pasar, ellos eran trabajadores, no tenían ningún tipo de relación rara. De ser así, yo mismo lo hubiese contado, porque preferiría mil veces que él esté en una comisaría a que esté así, desaparecido”, se lamenta Fiamma.

“Sigo con mis hijos, le pongo fuerza todos los días, no vamos a bajar los brazos. Ni bien pueda, voy a viajar para allá a hablar con el fiscal, para buscar datos”, asegura. Después, pide que cualquiera que sepa algo, se comunique con la autoridad más cercana o incluso con la familia, por ejemplo, a través de Facebook. Cualquier información puede hacer la diferencia.

Fiamma se despide y, antes de cortar, lanza un anhelo propio que se hace de todos. “Mantengo las esperanzas de que aparezcan con vida, hasta lo último, hasta que no me digan lo contrario, voy a seguir buscando”, cierra, con la voz entrecortada.

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