Entre varios otros requisitos que deben cumplir los remiseros para poder brindar el servicio está el tope de antigüedad que impone la ley para los vehículos. Aunque esto siempre fue un motivo de preocupación para los trabajadores del volante, lo cierto es que en los últimos años surgieron nuevas dificultades que hacen aún más complicada la renovación.
Jorge Aguilar, referente del sector, habló con El Litoral y comentó que “el principal problema es que ya no hay más autos “base”, es decir, económicos”. Asimismo, agregó que “ahora todos los vehículos traen incorporada tecnología importante y eso hace que los costos se eleven”.
De esta manera, la oportunidad que en su momento ofrecía el Fiat Duna o el Uno, con poco confort, pero a precios relativamente accesibles, hoy es difícil de conseguir ya que el mercado dejó de ofrecerlos. “El equivalente sería un Palio, pero trae elementos extra que lo hacen más costoso y por eso renovar el auto para los remiseros es más difícil ahora”, expresó Aguilar.
Entre los avances tecnológicos que encarecen los móviles puede mencionarse la alarma, levanta vidrios eléctricos, equipos de audio, cierre centralizado de puertas, luces antiniebla y en el baúl, airbags extras, entre varios otros.
La normativa vigente para los remises indica que el vehículo puede circular siempre y cuando no tenga más de 10 años de antigüedad, por lo que muchos Fiat Uno modelo 2008 o anteriores ya no pueden ser utilizados. Si bien este modelo relativamente barato y estándar salió a la venta hasta 2014, desde el sector explican que igualmente no perdurarán mucho tiempo más.
Al respecto, Jorge Aguilar contó que “la ley pone un tope de 10 años, pero lo cierto es que la vida útil plena es de 4 o 5 como máximo”. Según explicaron, el uso como remis genera un acelerado desgaste al auto, lo que obliga a un mantenimiento constante y a un recambio a corto o mediano plazo. “Después del cuarto año ya comienza a ser más un problema que una herramienta de trabajo”, expresó Aguilar.
Con costos superiores a los $200 mil, el tiempo para recuperar la inversión se extendió en el último tiempo. El titular de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo, dijo en este sentido que “la amortización del gasto antes era de poco más de dos años y hoy es de más de tres”. Además, las constantes subas de los combustibles es otro de los factores que atentan contra la rentabilidad de los trabajadores y acota la posibilidad de pensar en una renovación.
Asimismo, indicó que “hoy para comprar un auto la inversión ronda los $240 mil, no hay más opciones de vehículos con motores económicos y a buen precio, son todos de gama media para arriba”, aseguró Castillo. Además, el mantenimiento de los coches también es un tema de preocupación, debido a los altos costos que tienen los repuestos y los arreglos que deben ser periódicos por el uso intensivo que tienen los remises.
En la ciudad hay unos 3.000 móviles habilitados actualmente, de los cuales muy pocos son 0 kilómetro o modelos modernos, aunque aclaran que la situación tampoco puede considerarse crítica. “Estamos en un término medio, los autos no son todos viejos y tampoco hay muchos nuevos”, comentó Aguilar al respecto.
Más allá de esto, el referente del sector comentó que “en algún momento fue motivo de orgullo la flota que teníamos, con muchos autos modernos trabajando de remis, pero hoy es muy difícil por la cuestión económica”, concluyó.
La cifra
$200 mil
Es el costo aproximado que tiene el auto más barato. Aseguran que desaparecieron las opciones relativamente económicas de vehículos con menos confort, pero accesibles.
El dato
La normativa vigente indica que el tiempo máximo de antigüedad que puede tener un auto para funcionar de remis es de 10 años. Más allá de esto, aseguran que la vida útil es de unos 5 años.
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