En el nombre de Roberto Verdún, el soldado que alentaba en las trincheras de Malvinas

A veces, el calor emocional puede más que el frío del entorno y las paralizantes adversidades. Generar esa energía revitalizante no es muy común si se trata de un ser humano, pero este fue el caso de Roberto Verdún, un soldado correntino combatiente en Malvinas que falleció en los últimos días de la guerra. Insuflar ánimo a sus camaradas que tiritaban en las trincheras, como una fogata resucitadora, parece haber sido su misión extra. Por eso quedó grabado en la memoria de sus pares que pudieron volver al continente.

Su recuerdo continúa tan vigente que en estas últimas semanas la historia de Roberto se siguió escribiendo, en un nuevo capítulo contra el olvido y por la identidad. En el marco de un programa de identificación de cuerpos sepultados en el cementerio de Darwin como NN, con sólo una placa con la leyenda: “Soldado argentino sólo conocido por Dios”, uno de los casos positivos en los estudios de ADN fue el de Verdún. 

La noticia sobre el ex combatiente, oriundo de la localidad de Cruz de los Milagros (departamento de Lavalle), fue dada a sus familiares quienes comenzaron a cerrar su duelo y hasta analizan poder viajar pronto a Malvinas para rendirle tributo a Roberto, en su tumba ahora identificada con su nombre en el camposanto argentino en las islas.

Precisamente, en una audiencia concedida ayer por la mañana, el gobernador Gustavo Valdés ofreció a los familiares del héroe de Malvinas poder cubrir los costos en caso de que quieran viajar al Sur. Asistieron a la reunión en Casa de Gobierno, la hermana de Roberto y su primo Aníbal Verdún, también ex combatiente, quienes estuvieron acompañados por el ministro de Seguridad, Juan José López Desimoni, y el titular de la Dirección Provincial Malvinas Argentinas, José Galván.

Recuerdos del Sur

Roberto Verdún ya estaba de baja de la colimba en ese otoño del 82, cuando lo llamaron para alistarse en el Ejército en el inicio de la guerra. El destino hizo que viajara al Sur con su primo hermano Aníbal “Pepe” Verdún, como integrantes de la Sección 4 de Monte Caseros. La guerra fue muy dura para los conscriptos y en medio de tanta muerte, frío y hambre, Roberto aportaba su simpatía para levantar el ánimo de sus pares en los pozos de zorro. Quienes lo conocieron coinciden en destacar ese perfil del correntino. “Siempre estaba alegre e intentaba mejorar la moral con alguna broma, pero también sabía que su destino estaba en Malvinas y a varios les dijo que quedaría en las islas y así fue”, resaltaron a El Litoral quienes conocieron al ex combatiente.

Verdún murió entre la noche del 11 de junio y la mañana del 12 en medio de un ataque tenaza de los ingleses. Peleó hasta el final junto con sus camaradas de la Compañía “C”. Pasaron 35 años y los familiares se sumaron a la iniciativa nacional con apoyo internacional de identificar los cuerpos sepultados en Darwin. Y ahora una de esas tumbas NN lleva el nombre de Roberto, el soldado que alimentaba el fuego que hacía renacer el ánimo de los combatientes en las jornadas fría de Malvinas.

Así, con identidad, en definitivas se termina de unir el Norte con el Sur, en una conexión casi mística que va desde la plaza de su pueblo natal, Cruz de los Milagros, que lleva su nombre, hasta las cruces blancas de las islas. (GAL).