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/Ellitoral.com.ar/ Destinos

El tiempo de las low cost, los sí y los no

Con el esperado desembarco de FlyBondi en el aeropuerto Cambá Punta, indagamos sobre los beneficios y los inconvenientes que este modelo de negocio. Qué debe saber un pasajero cuando contrata este tipo de servicios aéreos.

Desde que cambió el gobierno y asumió Mauricio Macri como presidente de la Nación, se fogoneó con el desembarco de las cada vez más populares aerolíneas de bajo costo. “La revolución de los aviones”, anunciaron una y otra vez.

Este modelo de negocio, que viene prometiendo una trasformación en las rutas aéreas de todo el país, es una realidad en Europa desde la década del 90 y en Estados Unidos desde bastantes años antes, modificando las rutinas de viaje y la manera de volar de un país a otro o dentro de un mismo territorio. 

En Argentina, el proceso aún está en ciernes porque requiere de una serie de acciones que afectan a todo el sector. Por un lado se continúan abriendo nuevas rutas de vuelo. Se trata de una medida deseada en busca de la descentralización que involucra tanto a Aerolíneas Argentinas, la línea de bandera nacional; líneas aéreas tradicionales como Copa Airlines, Amazonas y Avianca, entre otras; y las low cost como FlyBondi.

La idea es ir modificando el trazado aéreo, intentando evitar el paso obligado por Ezeiza y Aeroparque, elevando la categoría de algunos aeropuertos. Pero también se considera la necesidad de liberar el espacio aéreo en algunas rutas muy masivas para que puedan operar las bajo costo, en detrimento de la aerolínea de bandera.

Todo este proceso involucra modificaciones legales, del espacio aéreo, comerciales y de vínculos internacionales que se realizan con avances y marcha atrás en una disputa permanente entre el Ministerio de Transporte, las empresas aerocomerciales, los gremios, los propios vecinos – como en el caso de El Palomar – y la Justicia.  

Por otro lado, se requieren acciones que podrían definirse como secundarias pero indispensables. Medidas como poner a punto los aeropuertos alternativos y las vías de comunicación hacia dichas terminales; los sistemas de venta y compensación, y todo lo relativo a las responsabilidades legales. 

Todas estas acciones, que venían siendo analizadas por el gobierno anterior tomaron forma con el gabinete asumido hace dos años aunque aún no encuentran un cauce definitivo. Mientras se resuelven las cuestiones legales, que parecieran poner en suspenso a rutas como las de Corrientes (Ver Recuadro), desde Destinos repasamos cuales son los principales beneficios y dificultades para los usuarios de las compañías de bajo costo. 

 

Los SÍ

  1. Precios muy bajos

Como su nombre lo indica, la principal característica de las líneas aéreas low cost es su precio económico. En Estados Unidos y Europa suelen tener los importes más competitivos del mercado, logrados gracias a la reducción de los costos operativos y de servicios. Un billete puede llegar a estar menos de la mitad que en una línea aérea tradicional.

Un ejemplo que podemos evaluar es la propuesta de la candidata a ocupar la ruta Buenos Aires – Corrientes: FlyBondi. Según su plataforma online para un viaje ida y vuelta a Buenos Aires, recordemos que el aeropuerto es El Palomar, para el lunes 9 de abril regresando el miércoles 11 del mismo mes, cuesta 1456 pesos, incluidos los impuestos. Mientras que el mismo viaje pero con destino al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery el costo es de 4160 pesos. La diferencia es enorme. El precio diferencial, incluso, sería ostensiblemente mejor a los micros de larga distancia.

 

  1. En todo momento

Si bien aún no está definido ni se asentó su funcionamiento, en Europa y Estados Unidos los precios de las low cost se mantienen constantes. Es decir, que el precio del vuelo no va a aumentar a medida que pasan los días ni va a ser más bajo – porque de hecho ya es muy bajo – si lo compramos con cuatro meses de antelación. Con este tipo de aerolíneas, la necesidad de comprar el billete con mucha anticipación desaparece de manera que podemos incluso reservar nuestro billete el día de antes de la salida del vuelo. Sin embargo en Argentina, esa modalidad no está del todo clara, más aún si tenemos en cuenta los indicadores de inflación.

 

Los NO

  1. Sin servicios

Precios tan bajos no se consiguen sin renuncias. Siendo la cuestión técnica y la seguridad imposibles de negociar en sectores tan sensibles como el transporte aéreo, los recortes se realizan en cada servicio posible. En los vuelos no existe el servicio de catering ni de prensa gratuita habitual en las aerolíneas convencionales. La atención abordo es la mínima y no esperemos ver amables auxiliares que nos ayuden a resolver inconvenientes.

 

  1. Viajar extra liviano

Sin abonar extra sólo se puede llevar un equipaje de mano que, en el caso de FlyBondi no debe superar los 6 kilos y en cuyo interior no se pueden llevar elementos como computadoras personales o cámaras de foto. El equipaje extra, que debe estar registrado y puede tener costo adicional, no puede superar los 12 kilos y también se debe llevar en cabina (carry-on). Este tipo de medidas se emplea para ahorrar combustible y así poder abaratar los costos del vuelo. Es fundamental conocer el protocolo de la firma para no encontrarse con sorpresas de último momento.   

 

  1. Atención impersonal

Otra de las formas de ahorrar en gastos es optar por la desaparición de oficinas físicas o cualquier otra zona accesible al público con la que interactuar directamente con la aerolínea en caso de reclamos, por ejemplo. Esto hace más complicado para el cliente el ponerse en contacto con la compañía aérea en caso de duda, con lo que el servicio pierde mucha calidad en general.

 

  1. Aeropuertos secundarios

En general la mayoría de estos vuelos despeguen desde aeropuertos secundarios y fuera de las horas  pico. Esto reduce la accesibilidad para muchos turistas, los cuales se ven obligados a desplazarse hasta el aeropuerto en taxi, tren o cualquier otro medio de transporte. Evidentemente, todo este proceso encarece el viaje en su conjunto, con lo que el cliente debe valorar si realmente le conviene comprar un vuelo chárter o no. Por ejemplo, la low cost que empezó a operar en Argentina en enero pasado llega hasta el aeropuerto de El Palomar en Buenos Aires, ubicado a 30 kilómetros del centro de la CABA. Desde allí se puede llegar hasta el centro en colectivo o en tren. Otra opción es Uber, un cálculo de la aplicación para viajar desde el aeropuerto hasta la estación de Retiro es de 300 a 450 pesos, el taxi puede ser un poco más caro.

 

  1. Sin conexiones

En otros países las compañías aéreas de bajo coste no suelen ofrecer conexiones entre aeropuertos, un rumbo que pareciera será el que sigan en Argentina. La dificultad en la falta de conexiones radica en que el cliente se ve obligado a comprar dos billetes distintos, con los problemas que puede traer aparejado una demora o una suspensión de uno de los vuelos. Las low cost tampoco ofrecen escalas. Por eso, en general son más utilizadas para vuelos cortos.

 

  1. Compensación mínima

En caso de pérdida del equipaje, cancelaciones, retrasos o pérdida del vuelo, estas compañías ofrecen las mínimas compensaciones, dado que no se hacen responsables de casi ningún aspecto del vuelo. Podemos citar el caso, ocurrido el sábado último, de FlyBondi que partió desde Bariloche hacia Mendoza y Córdoba se vio obligado a dejar en tierra 2000 kilos de equipaje debido limitaciones técnicas y de performance de la aeronave 737-800, que está obligada a cargar más combustible. Según informó el sitio especializado aviacionenargentina.com.ar, las valijas varadas fueron transportadas en camiones hasta su lugar de destino.

Sopesando los sí y los no, todo es cuestión de evaluar qué tipo de viaje se va a realizar. Si puedo prescindir del equipaje y si sé tengo la certeza de cómo manejarme desde los aeropuertos alternativos hasta mi destino, la diferencia en el costo del billete es muy importante. Por el momento, iremos viendo cómo funciona esta nueva modalidad de low cost en nuestro país y si nos adaptamos a ese estilo de viaje.

 

EL DATO

Es indispensable leer la normativa y las condiciones que impone cada aerolínea en su página web en materia de equipaje para no llevarse sorpresas en el momento de facturación o en el aeropuerto.

 

DESTACADO

Las aerolíneas de bajo costo mueven en América Latina al 35% de los pasajeros. En países como Brasil e India las empresas bajo costo hicieron que se triplicasen, en solo 10 años, los pasajeros de cabotaje.

 

 

RECUADRO

 

|| CÓRDOBA – IGUAZÚ

 

Primer despegue

 

El viernes 26 de enero a las 15 horas no solo despegó una nueva línea aérea en la Argentina sino también la primera low cost. Luego de más de un año de gestión, Flybondi unió Córdoba e Iguazú en su Boeing 737. Al día siguiente, sábado 27 voló también de la ciudad mediterránea a Bariloche y el lunes a Mendoza. De esta manera, quedó inaugurada la era de los vuelos bajo costo en Argentina.

El ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, estuvo presente en la partida del vuelo en Córdoba, de la empresa FlyBondi, para despedir a tripulantes y pasajeros que volaban por primera vez. A mediados de febrero se suma la empresa Norwegian con un vuelo proveniente de Londres.

“Esto es un hito para la Argentina. Una empresa nueva volando significa más pilotos trabajando, más tripulantes de cabina, más personas volando por primera vez. Desde hoy viajar en avión deja de ser sinónimo de privilegio. Y de la mano de ello sigue creciendo el turismo”, dijo Dietrich antes del vuelo.  

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