“Lo que da el Estado no es nuestro, sino que se invierte en la obra de la Iglesia”

“El presupuesto a remuneraciones de funcionarios eclesiásticos para el año 2018 corresponde a la suma de 130,4 millones de pesos”, indicó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el miércoles en Cámara de Diputados. Un monto que reavivó el debate acerca de la obligación estatal de brindar financiamiento a la Iglesia Católica. Sin embargo, desde el arzobispado de Corrientes se brindaron algunas aclaraciones.

Consultado al respecto, el arzobispo emérito de Corrientes, Domingo Salvador Castagna, expresó a El Litoral: “Por ley, el Estado da a la Iglesia Católica un determinado monto que es público y que nosotros no lo manejamos, sino que es distribuido por la Conferencia Episcopal. Todo lo que se recibe es redistribuido para las necesidades de la Iglesia, por ejemplo, se pagan los impuestos, la obra misionera de los sacerdotes de frontera y los gastos que tiene toda casa. Es decir que todo lo que se recibe nunca es nuestro, sino que se invierte para la obra de la Iglesia y para las acciones solidarias con las cuales se asiste a los que necesitan”.

En esta misma línea, en la misa celebrada en la parroquia San Juan Bautista en honor al cura Brochero, el arzobispo de la provincia, Andrés Stanovnik, detalló  que el dinero es distribuido entre la asignación de los obispos (que a la vez distribuyen el monto para las necesidades de la Iglesia), otro monto para los párrocos de frontera, y el resto para el sostenimiento de seminaristas.

Dicho esto, Stanovnik recalcó que “si el Estado deja de aportar ese 10%, no pasaría nada. Hagamos una proporción simple, si usted gana 10 mil pesos y, de pronto, pierde el 10%, es una pena, claro, pero no se viene la economía abajo; se ajusta. Es así de fácil. El Estado no sostiene a la Iglesia Católica”.

Monseñor Castagna, por su parte, explicó además que, si bien actualmente ejerce el cargo de arzobispo emérito y por ende está incluido entre los obispos que reciben asignaciones, desconoce cuáles son los montos actuales. “Recibimos una asignación. Ni siquiera tengo una jubilación como ocurre con otras vocaciones. Hace poco, monseñor Sergio Buenanueva realizó declaraciones en las que explicó perfectamente el número de las asignaciones”, señaló.

En consonancia con el informe brindado en Cámara de Diputados, el obispo de Córdoba, monseñor Buenanueva, explicó a La Voz del Interior que reciben 46 mil pesos mensuales. Al mismo tiempo, detalló que “hay un porcentaje que va a un fondo solidario. Hace unos años me tuve que operar de los ojos y la Conferencia Episcopal, con ese dinero, me ayudó. Sí es cierto que una parte va al mantenimiento de mi casa, la comida y el auto, pero otra buena cifra se destina al gasto ordinario del obispado, que es mucho”, precisó Buenanueva. 

Por otra parte, los pastores consultados coinciden en afirmar que las cifras brindadas para el sostenimiento de la Iglesia Católica no son secretas, sino que se aprueban todos los años en el Parlamento cuando definen el presupuesto anual. 

“Nunca fue un secreto. Creo que se ha inflado mucho el tema porque hay quienes no están de acuerdo con la Iglesia”, declaró a este medio Domingo Castagna. Algo similar, detalló Stanovnik, en su homilía del viernes cuando expresó: “Ojalá que esto ayude a clarificar esta situación que, en definitiva, nos cansa de escucharla con tanta ignorancia y desinformación, que responde a intereses particulares que no están orientados al bien de todo el pueblo”.