Estimado equipo del Instituto de Cardiología

Que más decirles que GRACIAS, así de grande, con estas sencillas y sinceras palabras nos dirigimos a Uds. para agradecerles por el cuidado y atención que tuvieron con el paciente Fernando del Socorro Barrientos, estos días que estuvo en esta institución. Médicos, kinesiólogos, enfermeros, personal de limpieza de UTI e Internación, los recordaremos, además de admirables profesionales, como buenas personas, porque nadie los obliga a hacer ver a un enfermo a tomar de sus manos, dando unas caricias o acompañando a su familia, sin embargo Uds. demostraron empatía, delicadeza y cariño que emocionan en momentos tan difíciles como el adiós a nuestro querido Fernando. 

Para nuestra querida y estimada doctora Susana de Tournemine, el GRACIAS, así de grande, jamás alcanzará para devolverle algo de todo lo que Ud. hizo por su adorado Fernandito, siempre y en todo momento estuvo a su lado, no sólo en enfermedades, sino también agradeciendo a la vida. El la apreciaba mucho y transmitió a toda su familia ese cariño hacia Ud. Y cómo no apreciarla si tiene una calidez humana no vista con frecuencia. 

Son momentos muy amargos los que tenemos que atravesar cuando la salud de un ser querido nos anuncia que tiene que dejarnos, pero esa pendiente se hace menos abrupta cuando te sientes acompañado de profesionales que con esmero y mimos te transmiten seguridad, serenidad, cariño y especialmente humanidad. 

Así de acompañados nos sentimos en ese camino recorrido. 

Gracias de corazón. 

Familia Barrientos.