Una nueva emergencia

A raíz de la prolongada sequía que afectó al Sur de la provincia de Corrientes, el pasado martes 27 de marzo se reunió en Monte Caseros la Comisión Provincial de Emergencia, y tras analizar los efectos adversos de la falta de lluvias en algunas actividades productivas, se resolvió solicitar al Ejecutivo Provincial la declaración de Emergencia Agropecuaria para los departamentos Esquina, Monte Caseros, Sauce y Sur de Curuzú Cuatiá.

Si bien se pondrán a disposición de los productores afectados una serie de herramientas para intentar paliar las pérdidas, se trata de la 12° emergencia agropecuaria en los últimos 9 años, siempre a raíz de cuestiones climáticas.

Inundaciones, sequías, granizo, vientos huracanados, heladas y hasta incendios provocados por la sequía, han sido los causantes de las 11 emergencias agropecuarias que declaró el Gobierno provincial en los últimos 9 años. Si el Ejecutivo hace caso al pedido de la Comisión Provincial, sería el 12° decreto de Emergencia, y el primero de la gestión de Gustavo Valdes como gobernador.

En los últimos 9 años, con Jorge Vara como ministro de Producción, los sectores productivos de Corrientes atravesaron duros traspiés a raíz de contingencias climáticas. Heladas que afectaron a los cítricos, inundaciones, vientos y granizo a la horticultura bajo cubierta y cementera baja; exceso de agua y crecidas de ríos que opacaron la producción de arroz; e inundaciones y sequías que provocaron mortandad y pérdida de productividad en la ganadería, fueron algunos de los eventos climáticos que afectaron al campo y derivaron en una u otra emergencia agropecuaria.

Ante estas cuestiones, que se volvieron periódicas año a año, el Ministerio de Producción trabaja en la implementación de algunas herramientas para paliar los efectos del clima. En la última reunión de la Comisión Provincial de Emergencia fue uno de los temas en cuestión.

El subsecretario de Producción, Jorge Fedre, admitió que los eventos climáticos están obligando a replantear algunas cuestiones que tienen que ver con los manejos de la actividad agropecuaria.

“Esto obliga a tomar con más criterio el tema. Por ejemplo, para emergencias vinculadas con vientos o tormentas, que afectan mucho habitualmente a productores hortícolas, creemos que tenemos que abordarlo de manera distinta al problema. Por eso estamos viendo la posibilidad de lanzar un programa de cortinas rompe-vientos para los campos de los productores”, señaló el funcionario.

En este sentido, para las cortinas rompe-viento se estudia la posibilidad de asistir a los productores con los plantines, o bien el asesoramiento para que el productor pueda diseñar la cortina según su establecimiento. “Hay que abordar con otro criterio el tema, por lo reiterativo de los eventos climáticos”, consideró Fedre.

Otro programa que podría paliar los efectos del clima es el plan de drenajes que aborda el Ministerio de Producción para la región Norte de la provincia. “Nuestro plan es drenar toda el agua demás por el Paraná; creemos que cuando tengamos esa obra, el exceso de lluvia en el Norte de la provincia, como el que tuvimos el año pasado, no va a tener los efectos adversos que tuvo el sector ganadero”, explicó el ministro de Producción, Jorge Vara, días atrás en el acto de apertura de la Exposición Feria del Ternero Correntino, en Curuzú Cuatiá.

Por lo pronto, y mientras se trabaja en los planes productivos y herramientas de infraestructura que podrían servir para mitigar los efectos de un clima cada vez más cambiante, el Gobierno provincial se apresta a declarar una nueva emergencia agropecuaria. Los productores que acrediten pérdidas por encima del 50% en sus campos (ver aparte) podrán acceder a los beneficios, aunque la sequía ya se llevó gran parte de la producción citrícola y las preñeces no serán las esperadas en la ganadería.