“Aliento de Vida”, una misión pastoral desde la música

Era un 27 de enero de 1992, cuando tres amigos se reunieron con el deseo de formar un ministerio de música y así a través de ella llevar a Dios a todas partes. Esos tres amigos eran Pablo Ayala (baterista), Rodolfo Solís y Luis Gómez (guitarra). A partir de ese día, las reuniones fueron cada vez más frecuentes. No sólo se reunían para ensayar sino también, como base para todo lo que estaban emprendiendo, para rezar.

Ese es el comienzo de la historia del grupo de música católica más importante de nuestra Arquidiócesis. Hoy, luego de trece años, se destaca y es conocido en toda la región y continúan con la misma fuerza y convicción de sus inicios.

Ellos han sabido hacer de la música su manera de servir a Dios. No sólo desde las espiritualidad que y transiten sus temas sino también del sacrificio y profesionalismo que le imponen a cada una de sus interpretaciones.

Trece años de vida para un grupo no es poco. Implica que las cosas se hicieron, y se siguen haciendo, bien. Con esfuerzo, porque seguramente no ha sido fácil. Sería bueno conocer un poco más de los inicios de ‘Aliento de Vida‘, el ministerio de música que ocupa hoy un lugar importante.

Aquella primeras reuniones se realizaban ya no como un pasatiempo sino como algo serio. Al poco tiempo llegaron al grupo Verónica Rabadán (en el teclado), Cintia Díaz, (vocalista), luego se sumaron Guillermo Verdun, Ana, esposa de Pablo, y más tarde, Marcos López, en el bajo.

Así se conformó el grupo que durante los seis primeros meses era conocido como el Ministerio de Música de la Renovación Carismática (RC)de la Zona III. Fue así hasta que un día, luego de rezar juntos, y tras escuchar los posibles nombres que cada uno proponía (Brisas del Paraná, Santísima Trinidad, Agua Viva, entre otros) se optó por “Aliento de vida”.

En el año 1994 Luis Gómez representa a la RC de Corrientes en el Congreso de Música Católica ‘Hosanna 94‘ realizado en Orlando, Florida (EEUU). De regreso, con una visión mas amplia de nuestro de lo que implica ‘ser Iglesia‘, deciden ampliar su servicio. Así, se ponen a disposición del Arzobispo y comienzan a ser un ministerio de música arquidiocesano.

El grupo sufrió algunos cambios, ya que algunos de sus miembros decidió servir al Señor desde otro lugar. Tras el alejamiento de Verónica Rabadán y Cintia Díaz y Daniel Meza, llegaron Sonia Gómez Harvey, Natalia Barcellos, Kiki Troia y Silvia Escalante.

Ese año realizan su primera grabación ‘Cristo vale la pena‘, arrancando así un sin números de viajes y eventos de evangelización. Acompañaron, entre otros, al padre Darío Betancourd y salieron de los límites de nuestra provincia. Actuaron en El Dorado, Misiones; Las Toscas y Avellaneda en Santa Fe.

Ya en 1995, Aliento de Vida, participó en el multifestival ‘Hosanna‘ realizado en Orlando EEUU. También viajaron a Uruguayana, Brasil, en cuatro oportunidades, una de ellas acompañando al padre Darío Betancourd.

Un momento especial en la vida del grupo fue la grabación en 1997 del concierto en vivo llevado a cabo en la iglesia ‘Nuestra Señora de la Merced‘.

Los viajes comenzaron a hacerse más frecuentes y el grupo a ser cada vez más conocido. Visitaron San Juan, Córdoba, distintos lugares de las provincias de Santa Fe, Misiones, Chaco y todo Corrientes.

El año pasado el grupo disfrutó se uno se sus ‘servicios‘ más importantes: X Congreso Eucaristico Nacional celebrado en nuestra ciudad en el mes de septiembre, donde presentaron el su último material ‘Bendita Eucaristía‘.

Estos son los nombres de los que estuvieron, y aún hoy están en el grupo, y han sido parte importante y han dejado sus huellas en la historia de ‘Aliento de vida‘: Pablo Ayala, Rodolfo Solís, Luis Gómez, Verónica Rabadán, Cintia Díaz, Guillermo Verdún, Ana de Ayala, Marcos López, Daniel Meza, Sonia Gómez Harvey, Natalia Barcellos, Kiki Troia, Silvia Escalante, Raul Guta, Fofi Solari, Maia Solari, Eugenia Alfonso, Freddy Soy, el Zurdo Billordo, Cristian Giménez, Joel Alfonso, Quique Fernández, Juanjo Lubary, Piti Ojeda y Claudia López, Nicolás Lubary .

Los miembros de “Aliento de Vida” reconocen que en estos trece años el Señor les regaló muchas bendiciones y la oportunidades de servirle en tantos eventos, retiros, celebraciones eucarísticas, recitales. “Es por eso que desean dar gracias a Dios y agradecer a los amigos, sacerdotes, obispos maravillosos, religiosas y tanta gente que ha contribuido durante estos años”, señala una nota difundida por el Arzobispado.