Finalmente les llegó el final. Los tristemente célebres certificados de cancelación de deudas comenzarán a ser destruidos desde hoy en un proceso que demandará 25 días y contempla una suma total de casi 400 millones. Así, los Cecacor se reducirán a papel picado después de un largo camino recorrido a partir de la ultima Intervención Federal en Corrientes y su puesta en práctica que fue para muchos correntinos una de las experiencias más amarga en medio de la profunda crisis económica y social de la provincia. Pero para otros tantos fue un suculento negocio con esta seudo moneda que terminó ultradevaluada y en manos de pocos a la hora del beneficioso rescate.
A partir de esta mañana la guillotina espera a los bonos emitidos desde el 2000 en cuatro tandas, rescatados finalmente en su totalidad a fines de 2003 con un valor ya desplomado. Pero también por una leve mejoría en la situación económica-financiera de la provincia y el país, además del ingreso de vitales fondos frescos a las arcas provinciales.
El proceso de destrucción de los Cecacor comenzará con las series B y C primera y segunda emisión; bonos que fueron rescatados a través del Programa de Unificación Monetaria instrumentado por Decreto Nº 743/03 del Poder Ejecutivo Nacional, durante los meses de octubre y noviembre del año 2003, por una suma de 249.109.071.
Finalizada la destrucción de estos bonos, se iniciará el mismo procedimiento para los de la serie A, rescatados por la Tesorería de la Provincia de Corrientes durante el 2001, por una suma cercana a los 146 millones, informaron ayer desde el Ministerio de Hacienda.
La “muerte” final de los bonos series B y C se implementará en las instalaciones del Tesoro del Banco de Corrientes, durante 25 días hábiles en el horario de 8 a 15.30, y durante el cual trabajarán 25 personas en el conteo y verificación de estos papeles que estaban apilados en la bóveda del Tesoro.
Intervendrá personal del Banco de Corrientes, del Banco Central de la República Argentina, veedores de la entidad bancaria nacional, personal de Tesorería General de la Provincia y representantes de la Contaduría General y de la Escribanía de Gobierno.
Vale recordar que el principio del final se inició con una Comunicación del Banco Central determinó que los bonos canjeados en el marco del Programa de Unificación Monetaria debían ser atesorados por el Banco Agente (en este caso el Banco de Corrientes), y las entidades financieras que los retuvieron en custodia a favor del Banco Agente, en forma separada del resto de sus activos, quedando facultado el Banco Central para su verificación “in situ” en cualquier momento, hasta tanto proceda su destrucción, conforme a los plazos y formas determinados por la jurisdicción emisora. En este sentido, el Poder Ejecutivo de Corrientes dictó el Decreto 2.669 el 24 de noviembre de 2005, por el cual establece que la Tesorería General de la Provincia deberá proceder a la destrucción de los Cecacor rescatados por el Programa de Unificación Monetaria, por un valor nominal de 249.109.071.
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