En otras palabras, lo que hace este tipo de terapia es “apoyar y facilitar la recuperación del orden molecular fundamental de los organismos, en lugar de intervenir con fármacos artificiales que modifican un determinado factor de la trama bioquímica e ignoran todo orden interno”, contó Espíndola. Por ello, “cada tratamiento es personalizado”, acotó, ya que en esta medicina “el médico debe integrar el conocimiento operativo de la bioquímica y la nutrición con la realidad clínica del paciente”, dijo.
La vorágine cotidiana, el exceso de trabajo y la falta de descanso, el estilo de vida sedentario, la mala alimentación, hacen que el cuerpo carezca de vitaminas esenciales para el organismo que luego repercuten en aparición de enfermedades, según expresó Espíndola. En consecuencia, explicó que la medicina ortomolecular consiste en la aplicación de estos oligoelementos mediante suplementos. “Las dosis de vitaminas se usan tanto para prevenir como para tratar, y pueden variar en un rango muy largo”, aclaró.
A la vez remarcó que “no hay una dosis general, depende de la edad, el sexo, la enfermedad, el grado de stress a que se someta el individuo, el tipo de trabajo en el que se desempeñe el paciente, entre otros”. Consultado sobre la suspicacia de algunas personas para consumir estos suplementos, el profesional aclaró que “siempre se deben utilizar aquellos de laboratorios serios para lograr la efectividad y mejorar la calidad de vida”. Asimismo señaló la importancia de consultar con un profesional siempre antes de su ingesta y no automedicarse ya que “cada cuerpo responde en forma metabólica diferente”.
Pesticidas
Por otra parte, el especialista en terapia del dolor aseguró que el exceso de utilización de pesticidas y funguicidas en las plantaciones produce que “tengamos una alimentación tóxica y por ello existen una mayor cantidad de nuevas enfermedades, como las reumatológicas, mialgias, fatigas, estrés, entre otras”, indicó.
A diferencia de los “médicos tradicionales”, Espíndola remarcó que este tipo de especialistas “utiliza un enfoque multidisciplinario para poder comprender el problema del paciente y así tener un diagnóstico certero de la enfermedad”, enfatizó.
Finalmente, en el trabajo de recuperación bioquímica de la medicina ortomolecular, el profesional señaló que se aplican diferentes recursos, como ser: vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, enzimas, homeopatía, ejercicios, meditación, ozonoterapia, entre otros.