La serie final tuvo todos los condimentos necesarios para la definición de una competencia internacional. Postergación de la fecha de inicio, los problemas de visa de los extranjeros de Regatas provocaron el cambio de fechas. Una multitud para ver los juegos. Dudas en la concreción de los partidos en Corrientes por una medida de fuerza en la Policía de Corrientes. Incidentes durante la primera y última final, provocados por los jugadores brasileros. Todos estos aspectos hicieron que la expectativa fuera mucho mayor.
El rival de turno fue el poderoso Club de Regatas de Flamengo de Río de Janeiro, con su jugador estrella. Marcelinho. En el primer partido, disputado en Corrientes, el alero, estuvo lejos de su nivel habitual. Esto lo volvió fastidioso y terminó expulsado por constantes y airados reclamos. Regatas, que jugó en gran nivel, ganó 95 a 72.
La revancha fue mucho más complicada. Sin Marcelinho, suspendido provisionalmente, Flamengo mostró un mejor juego colectivo. Regatas defendió muy bien pero se mostró impreciso en la ofensiva. Debió correr desde atrás en el marcador. Dio vuelta el partido y se impuso 63 a 56 para dejar la serie 2 a 0 a su favor y mantener su invicto.
“Estas son series de play-offs. También tenés que ganar los partidos viniendo desde atrás, los equipos juegan al cien por cien, tratan de destruir tus sistemas, te tienen estudiado y por eso cada partido es diferente”, declaró Alejandro Montecchia.
En Río de Janeiro la historia fue totalmente distinta. De la mano de los hermanos Magalhaes Machado, Marcelinho y Duda, Flamengo ganó los dos juegos en el Maracanazhino (un imponente estadio, el mejor en esta parte del continente) 98 79 y 86 -79. En el primero de estos encuentros, Regatas tuvo un plantel disminuido por lesiones. En el segundo reaparecieron Cavaco, Carabajal y Tintorelli pero tampoco alcanzó para conseguir el triunfo.
La serie se extendió hasta el quinto juego. En Corrientes, frente a una multitud, el conjunto “remero” se impuso 73 a 65 con una gran labor defensiva y el comando de Martínez, Montecchia y Stanton.
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