Luto en El Paraíso,falleció el artista “Tachin” Gamarra

Luego de una penosa enfermedad, falleció en esta ciudad Juan Eduardo Gamarra, “Tachín” para los amigos que tan bien supieron apreciar su compañía. Agrimensor de profesión, diseñador apasionado de vestuario para comparsas, trabajó vistiendo a las agrupaciones del interior de la provincia para dedicarse en exclusividad a “Sapucay”, una formación que a su paso por el corsódromo correntino, lució las creaciones del profesional por tres años, destacando el brillo, el color y la fantástica interpretación de una realidad que le mostraba la historia para lograr el entramado de sus trabajos.

“Tachín” dirigía el Taller “El paraíso” junto a su socio, el artista plástico Miguel Niella. Por más de una década recibieron a alumnos, organizaron exposiciones, enseñaron sin guardar nada para si. Muy por el contrario, los viajes de perfeccionamiento por distintos países del mundo, fueron siempre en beneficio de los continuadores de un arte que alimentaron con respeto y absoluta dedicación.

En ese tranquilo lugar lo encontró El Litoral las veces que requirió su palabra, siempre amable, con una fina actitud de introversión que sólo revertía al hablar de su amor por los diseños, sin un atisbo de crítica para sus “adversarios” comparseros a los que de hecho nunca calificó como tales. La mesura no era una pose en el artista, era una cualidad y un recurso utilizado en provecho de esa vocación que lo impulsaba a crear según dictara el tema de las huestes carnavaleras.

Hace poco más de un mes, a mediados de abril, en la Escuela de Arte Municipal que dirige “Goyo” Prieto, se realizó una exposición de las obras con las que el artista ciñó el talle de los comparseros para su lucimiento en el carnaval. Participaron del acto, sus colegas y amigos de todas las comparsas, los alumnos del Taller y familiares, destacando esa noche, la cariñosa presencia de su mamá, a la que “Tachín” dedicó su compañía, entre apretones de manos y halagos por doquier.

Quizás el momento más emotivo se vivió cuando Gamarra habló sobre el final, con esa sincera humildad que caracterizaba su figura de cuerpo y de espíritu. Era, en la alegría de saberlo protagonista, también el dolor que marcaba la despedida. Fue el aplauso cerrado una recompensa de corazón, porque los artistas, es bueno saberlo, se nutren con esa fuerza que les devuelve la gente.

“Tachín” sufrió terribles dolores sus últimos días de vida y ni aun así abandonó la sonrisa, el gesto responsable de proyectar un trabajo para el próximo carnaval, estirando la esperanza más allá de sus fuerzas físicas. Procuró quedarse a instancias de las consecuencias. Cerró los ojos para siempre y encendió su imborrable recuerdo. El clamor de los parches anunciando el regreso del carnaval en el mes de enero, será motivo para volver sobre las anécdotas que lo nombrarán en tiempo presente.

Descansa en paz, querido amigo. (MM).