Las 7 puntas, un atractivo geográfico e histórico que identifica a la ciudad

Ubicadas a la vera del río Paraná, las siete puntas de Corrientes atraen hoy la atención de quienes visitan la capital provincial. Aunque son sumamente llamativas por sus características geográficas, la mayor riqueza que resguardan es de carácter netamente histórico pues fueron testigos presenciales de la fundación de la ciudad y oficiaron de referencia para los antiguos navegantes.

Conocida originalmente como "San Juan de Vera de las Siete Corrientes", la capital provincial debió su nombre al fundador Juan Torres de Vera y Aragón y al hecho de estar situada en un recodo del Paraná, que avanza en siete puntas sobre el río produciendo siete corrientes de agua.

Conocer estas puntas no es tarea difícil ni requiere de esfuerzo alguno pues la mayoría se encuentra sobre la avenida costanera, una arteria totalmente arbolada por sauces, ceibos, chivatos, lapachos y jacarandás, sitio ideal para recorrer caminando, en bicicleta o en cualquier medio de transporte.

Circuito

Un buen lugar para iniciar el recorrido por este vistoso circuito turístico es la punta Arazaty (debajo del puente “General Belgrano”) que debe su nombre al arroyo homónimo que allí desagua y es el sitio fundacional de la ciudad. Se trata de un lugar histórico nacional pues allí se produjo el desembarco y resguarda el monumento más antiguo de esta capital: "La columna de 1828-Brigadier Pedro Ferré".

"Fue en esta punta donde se levantó la cruz del madero, un símbolo de gran valor sentimental para los correntinos", dijo la directora de Turismo de la Provincia, Miriam Mosna, haciendo referencia a la Cruz de los Milagros.

A pocos metros se encuentra la punta “Tacuara” conocida por haber sido el lugar de desagüe de las primeras industrias de la ciudad. Recibió ese nombre por la abundancia de tacuaras que había en ese sitio. Actualmente se encuentra allí el monumento al Brigadier Pedro Ferré, también el Paseo de artesanos “José Luis Cabezas”, único en la provincia establecido por ordenanza municipal. 

La circundan el zoológico que a fines de septiembre será reubicado; Agua y Energía, el Colegio Pío XI y el Ex Regimiento de Infantería.

Continuando con el recorrido, la tercera punta es la punta Tacurú también conocida como "Isiry", por el arroyo homónimo (hoy entubado) que corría allí hacia el río Paraná. Su nombre original fue "itá curú" o piedra arrugada y está próxima al barrio Cambá Cuá. Actualmente, alberga al monumento a Juan Ramón Vidal, erigido en 1940 y los edificios que la rodean son residencias, el Hotel de Turismo, el Casino, Vialidad Nacional, entro otros.

Inmediatamente después está la punta “San Sebastián” o “Ñaró”, "ésta es la punta más tradicional", aseguró Mosna y explicó que fue el lugar donde se levantó la primera ermita en honor a San Sebastián, (cuarto patrono de la ciudad). 

Luego, en 1811, se instaló una pequeña batería de cañones que se llamó Bella Vista y su función fue la de resistir los ataques de la armada española. Los edificios que la circundan son el Colegio Nacional “General José de San Martín”, viviendas y la sede de la Policía Federal, el puerto, instalaciones portuarias y Aduanas.

Un poco más alejada está la punta “Arazá” o “Mitre”, que adquirió su nombre del primer gobierno de Pedro Ferré, cuando instalaron allí baterías para defensa de la ciudad. 

Este fue el escenario fundamental en la Guerra de la Triple Alianza, donde el general Bartolomé Mitre realizó sus operaciones militares. La denominación de punta “Mitre” data de 1901 luego de la formación del parque a fines del siglo XIX. 

Ya a partir de la concreción del monumento a Mitre la punta se denomina así. La circunda el Club de Regatas.

La siguiente es la punta “Yatictá”, próxima al Puerto Italia, donde las actividades predominantes son las de los pescadores y las areneras. Su nombre se da por el árbol frutal que crece de manera natural hasta la misma orilla. La fruta es negra, ovalada, como un garbanzo.

La séptima y última punta es la punta “Aldana” o “Ingá”, ubicada en Puertito Italia al Este de la costanera. Su nombre refleja el apellido del propietario del lugar (picador de ladrillos) que se había instalado en la zona. 

Ante la falta de un tour especial, es recomendable que quienes realicen este recorrido tomen la precaución de retirar mapas informativos de algunas de las oficinas de turismo.