Siempre hubo futbolistas correntinos que integraron equipos del fútbol grande de nuestro país y también del extranjero.
En diferentes momentos quienes exhibieron condiciones técnico-espirituales, es decir quienes demostraron saber jugar y poder soportar todo lo que incluye el trajín futbolístico, requerimientos diferentes a los de nuestro medio, sobre todo más exigentes, se fueron y hubo casos que se convirtieron en figuras.
El Lipton Football Club, el de la avenida Alberdi y Madariaga, fue uno de los proveedores, cuando el balompié de nuestro medio vivía momentos dorados en los años 50 y 60 según evocan quienes disfrutaron de aquellos partidos convocantes en el desaparecido Field Ferré, en el Alvear o la propia cancha de los azules, lugares también visitados por los “súper” equipos de la época.
En aquellos años, por caso, cuando ya funcionaba la “escuelita” de Quincho D’Andrea -Lechuga le decían- pasó a Estudiantes de La Plata José María Silvero, zaguero central que luego fue manager de Huracán Corrientes en su incursión mayor. Poco después lo contrató Boca Juniors en los sesenta para integrar uno de los equipos más famosos del club de la ribera. Aquel que comenzaba así: Roma, Silvero y Marzolini; Simeone, Rattin y Orlando...
Pasaron los años. Algún repaso estadístico seguramente brindará otros nombres. Hoy se suma Leonardo Jara, nacido futbolísticamente en Lipton, ese Lipton que se debate, sube y baja, tambalea y se levanta. Ahí está.
Algún día también pudo ser el momento de Enrique Toledo, por caso, pero la demanda del terruño pudo más. No así Pedro “Pirulo” González, campeón y goleador con equipos “Grandes”.
Dijo alguna vez el “Pocho” Pianetti, otrora delantero de Boca: “Muchos buenos jugadores no llegaron porque no soportaron las exigencias. No fue mi caso...”.
Jara, de la avenida Alberdi, saltó a la Plata, “Ciudad de las Diagonales”, donde fueron muchos correntinos, como el caso de los hermanos Morales o el fallecido casereño Fucceneco. Se destacó y Rodolfo Arruabarrena le echó el ojo para cubrir un puesto que hoy, llamativamente en el país, escasea.
Este joven futbolista ocupará el puesto donde alguna vez se lucieron el “Cholo” Simeone (no es familiar del Cholito) y Suñé.
La fuente sigue dando, pese a las vicisitudes económicas, una clave. Materia prima que, de alguna manera, habrá que respaldarla, incentivarla y multiplicarla.
ROBERTO CAPARA
deportes@ellitoral.com.ar
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