Anticoncepción quirúrgica: sin grandes cambios, lo definen como “un tema de mujeres”

POR MELISA VEGA

@_melijota

Diez años atrás la historia de un correntino oriundo de Santa Lucía instalaría un tema en agenda que sería motivo de discusión y debate en diferentes sectores contrapuestos y que más tarde impulsaría  la adhesión de la provincia a una Ley Nacional que hoy da el derecho a cualquier ser humano argentino a realizarse el método de  “anticoncepción quirúrgica”.

La historia de Cleto Ruiz Díaz recorrió el mundo y fue reconocida por tener 38 hijos y su interés por hacerse una vasectomía. El santaluceño conocido por ser “súper papá” con cuatro parejas, buscaba dejar de extender su descendencia y fue emblema de esta iniciativa que convocó el interés de legisladores provinciales quienes impulsaron un proyecto que -luego de idas y vueltas- terminó en la adhesión a la normativa nacional.

La temática provocó fuerte descontento de grupos cristianos, quienes sostenían que la aplicación de la ley significaba un atentado a la familia, a la integridad de las personas y que rozaba la inmoralidad. En aquel entonces, el Arzobispo de Corrientes Monseñor Castagna sostenía que la normativa era un “atentado contra la integridad física y moral de los ciudadanos”. No muy lejos el actual Director del Hospital Escuela, Alfredo Revidatti, se manifestaba también en contra; expresando que se trataban de proyectos feministas y liberales y que significaba “mutilar a la mujer” ya que no podría ser reversible.

Otro de los dichos hacía énfasis en las consecuencias a “largo plazo”. En este sentido, el doctor Revidatti apuntaba en que en diez años se podría llegar a una población más estéril.

Sin embargo, la jefa del Departamento Médico Asistencial del Hospital Materno Neonatal “Eloisa Torre de Vidal”, Teresa De Sagastizabal explicó a ellitoral.com.ar que, diez años después, la práctica no provocó una baja en la natalidad, y que en la provincia existen 3 mil nacimientos anuales. La doctora comentó que la ligadura de trompas es una cirugía de “alta complejidad” y que dentro del campo de la tocoginecológica existe un 0,02% de reversibilidad espontánea.

De Sagastizabal detalló que después de la adhesión a la normativa nacional, en el año 2007 en el Hospital Vidal se realizaron 247 ligaduras, mientras que en el 2015 se llegó a 341. En ese marco, la especialista explicó que para que una mujer se realice la práctica solo basta con  ser mayor de 18 años y su consentimiento mediante un documento. No obstante, informó que antes de realizarse la práctica desde el Hospital les presentan otros métodos reversibles para la libre elección.

En el Vidal se realiza semanalmente una ligadura de trompa por día. La persona que desee someterse a la cirugía no necesita estar embarazada ni tampoco realizarse una cesárea para acceder a este método, a su vez también pueden practicarse las mujeres nulíparas.

Según la normativa, las obras sociales tienen la obligación de incorporar estas intervenciones a su cobertura. Sin embargo, según manifestó la doctora, en muchos casos la autorizan pero no lo pagan.

Desde el Ministerio de Salud Pública explicaron que no hay cifras trabajadas sobre el método, más allá de la que maneje cada nosocomio. El Hospital Llano manifestó que por su parte, luego del 2006 aumentó la cifra de mujeres que se realizó la práctica, aseguraron que quienes acuden a la anticoncepción quirúrgica son en gran parte “mujeres mayores de 30 años que ven al método como algo positivo”.

Por su lado, Revidatti ratificó sus dichos y su rechazo. Explicó que “muchas veces las mujeres acuden a la cirugía porque son violentadas en sus hogares”, y que además la adhesión “no contó con ningún tipo de estudio previo” y que se lo define como un método anticonceptivo, pero en realidad se trata de una “esterilización” ya que hay “un órgano que se corta”.

El doctor afirmó que la base para que se eviten situaciones de este tipo es la educación: “Deben enseñar a las mujeres que tienen derechos, y que si no se cumple pueden quejarse”. Apuntó a trabajar la educación en “valores” y en conjunto con la iglesia “con personas que estén de acuerdo con la consigna cristiana pedagoga  y que se dediquen a estos temas”. 

Vasectomía: sin la atención de los hombres

La Ley 26.130 permite a todo hombre interesado realizarse una vasectomía, sin embargo según manifiestan los médicos consultados es poco practicada en la ciudad. Los profesionales sostienen que el motivo sigue siendo consecuencia de la “sociedad machista” donde los hombres prefieren que quienes se sometan a la cirugía sean las mujeres. 

En ese marco, Carolina González, referente feminista y  una de las encargadas en aquel entonces de realizar talleres y foros de información a favor de la práctica, informó que a un año de haberse aplicado la ley se realizó un relevamiento donde se comprobó que no se habían realizado vasectomías.

González explicó que hoy en materia de educación se trabaja “a cuentagotas” y que la práctica es una “alternativa más dentro del programa de salud sexual”, motivo suficiente para ser positivo. No obstante afirmó que “antes del 2006 las mujeres accedían a ligaduras en clínicas privadas, pero ahora la deuda es el avance legislativo por el aborto legal”.

La activista feminista también aseguró que hasta el momento existen “mitos, negocios y desigualdades” en torno a esta práctica.