Nació con su mamá en estado vegetativo y ahora su tía necesita ayuda para criarla

Era un domingo de mayo cuando un llamado al 107 de emergencias médicas alertó a los doctores del Hospital El Salvador de Bella Vista. Vanesa Sánchez tenía 22 años y había intentado quitarse la vida. Llegó a la guardia inconsciente, los médicos le hicieron varios estudios para determinar qué había ingerido hasta que descubrieron que se trataba de pastillas para la glucemia.

Cada hora que pasaba, Vanesa perdía más el conocimiento hasta que llegó a un coma profundo. Los estudios además revelaron que la mujer llevaba un embarazo de 14 o 16 semanas de gestación. Su estado era crítico por lo que fue derivada al hospital de Goya donde mediante una resonancia se pudo saber que tenía un daño en toda la masa cerebral “irreversible”, pero todos sus órganos funcionaban y el bebé mantenía signos de vitalidad.

Vanesa estuvo en Goya 45 días, hasta que la volvieron a derivar a Bella Vista porque ya estaba fuera de peligro, respiraba por un tubo y se alimentaba por sonda. Quedó en estado vegetativo.

“Con todo el equipo de médicos, nutricionistas, kinesiólogos decidimos no bajar los brazos porque también había un bebé que peleaba por su vida. Me contacté  con el Ministerio de Salud Pública para pedirles que nos ayuden en esta situación”, cuenta Juan Cruz Bruzzo, quien es el director del Hospital El Salvador en contacto con ellitoral.com.ar. Explicó que intentaron, aunque no sea apropiado decirlo de esa forma, que la madre “sea una incubadora humana”.

Bruzzo, logró que la derivaran al Hospital Llano. “El caso fue una conmoción para esa institución donde se hizo una movida importante, diferentes ateneos entre los profesionales para mantener con vida a la madre y al bebé que llevaba dentro”, contó- Pese a las circunstancias de gravedad que atravesaba Vanesa, a los 8 meses lograron que la bebé, una niña, naciera por cesárea.

“Luego de dar a luz, Vanella falleció a los pocos días. Ella aguantó en toda su inconsciencia para traer otra vida al mundo”, dijo Bruzzo.

La niña se llama Milagros Ángeles y nació el pasado 1 de noviembre. El padre, tras ser investigado por la Justicia que lo determinó como “posible sospechoso de un acto criminal”, se dio a la fuga, por lo que la niña quedó a cargo de su tía Noelia.

“Hoy todo el Hospital está atento para ayudarlas. Lo que pasó fue algo increíble, un milagro”, cuenta el Juan Cruz, quien es cardiólogo y hace un año se desempeña en la dirección de aquella institución de salud.

Ahora tanto en el Llano como en El Salvador se reciben donaciones como ropa para bebés, pañales, materiales de construcción para que tenga una habitación y así ayudar a su nueva madre que, además, está embarazada. “Queremos darle las mejores condiciones de vida porque entre todo lo malo esa beba fue un milagro”,  finalizó.