Volvió la calesita, entre la nostalgia de los grandes y el entusiasmo de los niños

Dar una vuelta en calesita parecía algo del pasado, una experiencia que se guardaba sólo en el recuerdo de los correntinos que ya transitan o pasaron la adolescencia. Pero con la reinauguración del parque Cambá Cuá la semana pasada volvió a funcionar un tradicional carrusel en uno de los espacios más importantes de la ciudad en cuanto a la recreación, sobre todo los fines de semana y en vacaciones. 

Las luces y la vistosa presencia de este juego infantil llamó la atención desde el primer momento. El modelo de calesita tradicional se había extinguido en la ciudad y resurge ahora con el desafío de conquistar a los niños en la era de los juegos electrónicos y los smartphones.

“Por más Internet y aparatos tecnológicos que haya ahora, esto no pasa de moda nunca”, expresó conversando con El Litoral el administrador del juego, Raúl Portillo. Este primer fin de semana fue una muestra de ello, con el visible entusiasmo de los niños por dar una vuelta y cierta nostalgia de los más grandes que supieron divertirse en las calesitas que funcionaron en algún momento aquí. 

A simple vista, el carrusel del Cambá Cuá parece recién hecho, salido de la fábrica. Lo cierto es que se trata de una pieza de colección que tiene más de 30 años, funcionó en distintos parques y fue restaurada hace poco tiempo. 

Por más Internet y aparatos tecnológicos que haya ahora, la calesita no va a pasar de moda nunca. Raúl Portillo, dueño del juego.

Portillo contó que “esta calesita tiene por lo menos 30 años, estuvo en la plaza de Los Dos Congresos y en San justo, Buenos Aires”. “De este modelo ya casi no quedan en el país, con cuatro filas de caballitos, las de ahora traen autitos o naves espaciales”, resaltó.

El carrusel que hoy es el juego que más llama la atención en el parque se encontraba prácticamente destruido y tuvo que ser restaurado. “Lo compramos en muy mal estado y lo hicimos de cero”, expresó Portillo en este sentido. En la recuperación del tradicional juego trabajó un grupo de artesanos que logró ponerlo a nuevo y transformarlo en una especie de reliquia.

“Vine a Corrientes hace cuatro meses y cuando vi el Cambá Cuá sentí que esta calesita tenía que estar acá”, comentó el administrador y agregó: “Estamos muy contentos y sorprendidos por la cantidad de chicos que viene”. “Mi padre se dedicaba a esto y ahora yo sigo con lo mismo en compañía de mi mujer y toda mi familia”. 

La vuelta en la calesita dura tres minutos y tiene un costo de $10, con una promoción por vacaciones de invierno de seis vueltas por $50; es decir, 18 minutos. Pero, los pequeños tendrán la posibilidad dentro de poco de poder ganarse una vuelta sin cargo con la incorporación de un tradicional elemento: la sortija.

“Dentro de dos semanas vamos a comenzar con la sortija y el niño que logre tomarla mientras el carrusel gira podrá dar una vuelta gratis”, expresó Raúl portillo.

Así es que, a una semana de su instalación, la calesita del Cambá Cuá tuvo un promisorio debut con la masiva presencia de chicos y el interés de los padres. De esta manera, los pequeños pueden volver a dar una vuelta, una tradición que se había perdido y que parece volver a florecer allí a metros de la costanera, el epicentro de la vida social de los capitalinos.