Inició ayer la tercera semana con la hora de estacionamiento medido a $20 en la ciudad y los tarjeteros se encuentran en alerta por dificultades de ventas que se sostienen en algunos sectores. Consultados por esta cuestión, trabajadores del sector comentaron que “estamos preocupados porque ya pasó bastante y todavía se nota una baja”.
Es que, según es cierto que ante cada aumento de tarifa disminuye la cantidad de vehículos, generalmente la situación se normaliza rápidamente y ahora se está dando de manera más lenta y paulatina.
“Los que trabajan en las cuadras más alejadas de la zona comercial son los que tienen problemas, porque están cerca de los sectores donde no se paga, entonces se tiene que llenar primero ahí para que el tarjetero pueda vender mejor”, señalaron.
En tanto, aseguran que están los clientes fijos que no cambian a un lugar no arancelado por cuestiones de seguridad.
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