Tras un nuevo aumento de los combustibles que llevó la nafta premium a más de $36 el litro, los remiseros se encuentran en alerta y a la espera de una definición para poder subir la tarifa mínima del servicio. A casi tres meses de la última actualización, los trabajadores del volante están habilitados para modificar el valor de la bajada de bandera pero les preocupa que la demanda baje aún más.
En diálogo con El Litoral, el referente de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo comentó que “la verdad es que la situación es muy delicada, el aumento de los combustibles nos afecta justo en un momento muy complicado para la actividad”.
Según indicó Castillo, en los próximos días debatirán si es conveniente una suba del servicio, más allá de que la consideran necesaria por la baja rentabilidad. La cuestión es, según comentaron, lograr un precio que no les de pérdida y al mismo tiempo no atente contra la cantidad de pasajeros que utilizan el remís.
“La gente recién se estaba acomodando a la tarifa de $33 y va a ser complicado subir de nuevo, aunque es necesario”, señaló Castillo.
Asimismo, el receso invernal es una época de pocos viajes, por lo que una opción podría ser esperar hasta agosto, aunque allí surge una nueva dificultad. “Dijeron que va a haber aumentos mensuales de la nafta, lo que nos pone aún más en alerta”, finalizó Juan Castillo.
