Más allá del cierre festivo protagonizado por Kapanga, la grilla del sábado tuvo un tinte metalero con la participación de bandas de heavy y hard rock de la región. Los legendarios Bastión y Madre Noche fueron encargados de abrir la jornada, para luego dar paso a El Quinto Poder, Rito Nocturno y Free Excesses. Más tarde subió al escenario Spiritual, otra de las referentes en la escena, y la sorpresiva Odio, invitada desde Asunción, para mostrar su imponente deathcore.
Con el público ya en sintonía, llegó el turno de los platos principales. El primero fue Cabezones, banda santafesina de rock alternativo que ya lleva más de 20 años de vigencia, y que mostró a un César Andino vigente en el aspecto vocal, sobre todo en aquellos temas más melódicos.
El pogo generado por Cabezones se intensificó con la aparición de Carajo, el power trío de “ñu metal” liderado por Marcelo “Corvata” Corvalán, que volvió para tocar por segunda ocasión en el Taragüí Rock. Un sonido limpio y potente como es habitual en este grupo, dejó satisfechos a sus seguidores, quienes pudieron saltar con clásicos como “Chico granada” o “Sacate la mierda”.
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