Llega Karaí Octubre, con abundante comida en tiempos muy complicados

Según la leyenda, mañana es el día en que el duende karaí visita los hogares para comprobar que tan previsoras han sido las familias para sobrellevar octubre, el mes más difícil del año, para la tradición guaraní. En el marco de la Feria Itinerante del Libro Municipal invitan a revivir hoy esta tradición  mediante la degustación de comidas en el predio del Club Malvinas Argentinas.

Asimismo, mañana en la histórica Casa Molina, se podrá revivir esta tradición legendaria que se mantiene viva a pesar del paso del tiempo.

Anticipando la fecha del 1 de octubre, la Comuna organizó para hoy, en la Feria Itinerante del Libro Municipal, un stand donde los vecinos, de 10 a 16, podrán degustar y adquirir comidas típicas y espantar al karaí, dado que la tradición indica que el duende persigue a los responsables del grupo familiar para castigarlos y enloquecerlos con fuerte silbidos, si no cumplen con las grandes comilonas.

En tanto, en la histórica Casa Molina, ubicada en Pellegrini 937, los vecinos podrán degustar mañana los platos típicos de la región, como así deleitarse con espectáculos musicales de 11.30 a 14.

Origen

El Karaí Octubre es un festejo guaraní que se remonta mucho antes de la llegada de los españoles a América, cuando en la época en que florecían los lapachos los guaraníes notaban que aflojaban sus reservas de alimento, ya que no había frutos que recoger en el monte y los animales estaban muy flacos por la salida del invierno, y los productos agrícolas que cultivaban (maíz, mandioca, batata) recién se sembraban a partir de ese mes. En fin, lo único que había por doquier era miseria.

 El duende, en ocasiones, como castigo elige hacerse invisible e introducirse en la casa de aquel que no cumplió con su orden y durante un tiempo causa un sinfín de molestias. Para poder desprenderse del molesto duende, se dio la costumbre de “soplar el rancho”, esta consiste en soplar con distintos elementos tres esquinas del rancho, dejando una libre para que por allí se escape, asustada, la miseria.