Estados Unidos espera seguir trabajando con Argentina como “socio democrático y económico” bajo el futuro gobierno de Alberto Fernández.
En una conferencia de prensa telefónica sobre la crisis en Bolivia, el secretario de Estado adjunto Kevin O´Reilly fue preguntado ayer sobre las recientes declaraciones del presidente electo sobre el rol de Estados Unidos en ese conflicto y si esta posición podría afectar la relación bilateral.
El gobierno de Donald Trump había considerado que “la renuncia de Evo Morales preserva la democracia y allana el camino para que el pueblo boliviano haga escuchar sus voces”, lejos de la opinión de Fernández, que calificó el hecho como un “golpe de Estado”.
El presidente electo fue más enfático aún: agregó que, con la postura que había adoptado EE. UU. sobre Bolivia, Washington había retrocedido “décadas” y regresado “a lo peor de los 70”.
Consultado sobre si ese intercambio podría impactar en la futura relación bilateral, O´Reilly dijo: “Para nosotros la situación es bien clara. Había una manipulación del voto y un abandono del cargo y del país”.
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