Preocupación por un posible retroceso en materia de Derechos Humanos en Brasil

Jair Bolsonaro ganó la Presidencia de Brasil en las elecciones celebradas el pasado mes de octubre "con un discurso abiertamente anti Derechos Humanos" que tiene el "enorme riesgo" de que se traduzca en políticas públicas, alertó Human Rights Watch (HRW).

"Es la primera vez en mucho tiempo que un candidato extremista y con un discurso abiertamente anti Derechos Humanos gana una elección en un país importante de la región", señaló la investigadora de HRW para las Américas, Tamara Taraciuk, en una entrevista concedida anoche a la agencia de noticias Europa Press.

"A nosotros nos preocupa muchísimo el discurso de Bolsonaro en materia de Derechos Humanos y, por ejemplo,su intención de aumentar la cantidad de jueces en la corte suprema para nombrar jueces al más alto tribunal o limitar la publicidad oficial en los medios críticos con su Gobierno", agregó.

Una de sus primeras medidas "fue aprobar un decreto ejecutivo que permite supervisar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil. Está bien regular el trabajo de las ONG, pero la posibilidad de supervisar por parte de la autoridad qué es lo que hacen, sumado a limitar la independencia judicial y a un discurso anti prensa independiente, es extremadamante preocupante", advirtió.

Por su lado, Emma Daly, directora de Comunicación de la ONG, dijo también a Europa Press que "en seguridad pública Bolsonaro también habla de barbaridades".

Y se refirió a otro decreto ejecutivo que facilita la compra, el registro y la tenencia de armas de fuego, "en un país que en 2017 batió récord de homicidios, con una media de siete por hora".

"Los planes de Bolsonaro de mandar a los soldados a la calle nunca salen bien", avisó.

A ello hay que añadir las "posturas personales" de Bolsonaro en temas como los derechos de los homosexuales y de las mujeres.

El mandatario llegó a decir que "si un hijo empieza a ser gay hay que darle un buena tunda para corregirlo" y que su hija fue "una debilidad" después de tener cuatro hijos varones. "Son muy problemáticas estas posturas y es un riesgo enorme que eso se traduzca en políticas públicas", concluyó Taraciuk.