Cruz de los Milagros: fiesta arraigada en el pueblo que rezó por los pobres y la unión

Más de tres mil personas renovaron su devoción católica en la fiesta de la Cruz de los Milagros, una solemnidad que data desde los orígenes de la ciudad y que continúa arraigada a la identidad correntina. De hecho, pese a que el día gris anunciaba una inminente lluvia, familias enteras participaron de las ceremonias centrales que se desarrollaron en el santuario que lleva su nombre.

La celebración comenzó a las 15.30 con una procesión de más de seis cuadras y concluyó con una misa presidida por el arzobispo emérito, Domingo Salvador Castagna. Cada una de las actividades tuvieron un denominador común: se organizaron para dar alabanza al madero milagroso que, según la fe católica, protege a la ciudad desde sus primeros pasos.

¿Cómo se vive la fiesta de la Cruz de los Milagros? Este interrogante fue respondido por varios devotos antes de que comenzara la procesión. Además, los consultados explicaron a El Litoral las intenciones por las que rezaron en esta celebración en particular.

“Vivimos este día con mucho entusiasmo y esperanza. En nuestras oraciones pedimos por nuestra economía, por la salud y sobre todo para que el trabajo nunca falte. Ojalá Dios le dé sabiduría a nuestros gobernantes”, respondió Clara. Muy cerca se encontraba Susana, acompañada por sus nietas, y comentó: “Pedimos por nuestra familia, para que nunca le falte nada en esta situación económica que se está viviendo y para que en el país todos podamos andar mejor. Lejos de las divisiones como nos dijo el Papa”.

La mayoría de los consultados afirmó que suplican por sus familias, por los pobres y por la unión en el país. “En estos tiempos rezamos por la paz y por la unión en nuestro país. Eso es algo básico para nosotros y para el mundo. Y no nos olvidamos de nuestros hermanos venezolanos”, afirmó Alejandra.

En otras ocasiones, las carencias eran nombradas como males que afectan a otras personas; sin embargo, en esta oportunidad algunos feligreses hablaron de la pobreza como una situación que los toca de cerca. “Nuestra fe en la Cruz de los Milagros forma parte de nuestros orígenes y, por eso, siempre venimos a agradecer. Este año nos encomendamos a la Cruz para que podamos llegar a fin de mes, cada vez es más difícil”, señaló Ramona.

Además, no se olvidaron del pedido especial por la vida desde el momento de la concepción. “Rezamos por la unión de nuestro país y para que nuestro pueblo pueda entender la importancia de defender la vida”, señaló Fernanda.

Actividades

El cielo gris no apaciguó la procesión, dado que tal como estaba previsto, arrancó a las 15.30 desde el santuario de la Cruz de los Milagros con las imágenes de las diferentes comunidades parroquiales. Se trató de una masiva manifestación de fe, que ocupaba al menos seis cuadras durante la marcha.

Concluida la procesión, la misa solemne fue presidida por el arzobispo emérito, monseñor Domingo Salvador Castagna, que habló de las diferentes facetas espirituales que conciernen a la Cruz. Minutos después de que concluyera la homilía, una tormenta torrencial cayó sobre los fieles que, lejos de retirarse, se resguardaron con paraguas y continuaron participando de la ceremonia litúrgica.

Sin embargo, el festival municipal con el cual culminarán las actividades por el Mes de Corrientes se pospuso por el mal tiempo.