Alberto Fernández, Miguel Acevedo y Héctor Daer tenían previsto dos encuentros institucionales para hoy en Tucumán: una reunión y una cena.
Pero el candidato a presidente del Frente de Todos y el titular de la Unión Industrial Argentina se adelantaron y ya se encontraron poco antes del mediodía de ayer en la oficina de México 337 del equipo de campaña opositor. Ya lo había dicho Fernández desde España: su prioridad es un acuerdo social con los empresarios, los trabajadores y el Estado como intermediario.
Aunque faltan 47 días de campaña y las elecciones del 27 de octubre, el nuevo jefe de la oposición tiene dos preocupaciones: el 28 de octubre (evitar que el resultado electoral repercuta en los mercados) y fundamentalmente el 11 de diciembre, el día después de la asunción presidencial.
Por eso su ocupación desde que regresó de España está orientada a acordar una tregua de 180 días, un pacto social de un semestre, lapso en el que espera, en caso de ganar, implementar medidas para bajar la inflación y mejorar sueldos para que trabajadores y jubilados recuperen poder adquisitivo. Necesita además que esas mejoras no se trasladen a los precios de alimentos para frenar la carrera entre salarios e inflación.
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