El nuevo gobierno de Italia autorizó ayer al barco Ocean Viking a dirigirse al puerto de Lampedusa y desembarcar a los 82 migrantes que se encontraban a bordo.
El gesto fue considerado una clara ruptura con las políticas del ex ministro del Interior, Matteo Salvini, quien defendía la política de puertas cerradas, por lo que se oponía férreamente a que ese país recibiera a más migrantes que llegaran ilegalmente.
El anuncio se produjo luego que el jueves pasado el primer ministro, Giuseppe Conte, informara que varios países de la Unión Europea (UE) aceptaron acoger a los migrantes africanos a bordo del Ocean Viking.
Asimismo, Matteo Orfini, un integrante del Partido Democrático (PD) resaltó que “necesitábamos un poco más de tiempo, pero al Ocean Viking por fin se le asignó un puerto seguro”.
El nuevo Gobierno de Italia, con Luciana Lamorgese al frente del ministerio del Interior, entró en funciones el pasado martes y se comprometió a cambiar las políticas migratorias llevadas a cabo por Salvini.
Durante los 14 meses en los que ocupó la jefatura del Ministerio del Interior, implementó decretos de seguridad que impedían que los barcos de rescate entraran en aguas italianas y defendió que su país había asumido demasiadas responsabilidades en torno a los migrantes que llegan a Europa a través del Mediterráneo.
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