Itatí competirá con tres proyectos de innovación educativa en Tecnópolis

Luego de haber superado las instancias locales y regionales, tres proyectos de instituciones itateñas participaron en la Feria de Innovación Educativa Provincial que se realizó en la Escuela Técnica “Juana Manso” de Capital. Allí,  los trabajos también lograron obtener el puntaje necesario para competir en la instancia nacional que se realizará en el parque Tecnópolis de la ciudad de Buenos Aires, del 30 de octubre al 1 de noviembre. “Los plásticos y el medio ambiente” y “Cronotipo: ¿Alondras o Búhos?” pertenecen a la Escuela Normal “Pedro Bonastre” y “La robótica en el vivero” al Colegio Secundario “Fray Luis de Bolaños”. 

En diálogo con El Litoral, la profesora de Física y Química de la Escuela Normal de Itatí y encargada del proyecto “Los plásticos y el medio ambiente”, Patricia Ferreyra, expresó que la idea surgió del trabajo con sus alumnos al ver la problemática de la acumulación de residuos y los daños que generan al medio ambiente. “Al comenzar a investigar sobre el tema vimos que entre un 70 y 80 por ciento de los residuos que generamos son plásticos. Hoy en nuestra localidad no contamos con un plan de gestión integral de los mismos. Entonces existen basurales a cielo abierto y además hay una tendencia de la gente a quemar la basura, con los problemas que esto acarrea. Entonces buscamos una forma de concientización. No se trata de una denuncia o una crítica, sino de una forma de concientizar para comenzar a proponer soluciones”, expresó la docente. 

El trabajo fue realizado junto a su colega Romina De los Santos y a las alumnas Gabriela Ratti y Lucía Saucedo de tercer año. En este sentido destacó que se trata de una temática muy actual, tanto en el país como a nivel mundial.

 “El último fin de semana con la peregrinación de miles de personas a nuestra ciudad, y también con la llegada de turistas,  la cantidad de residuos se triplicó, por ejemplo. Entonces existe una necesidad de ver cómo tratamos ese problema”, señaló la profesora. 

Por eso, para desarrollar su proyecto, además de investigar, realizaron encuestas y observaciones que luego volcaron en gráficos e ilustraciones acompañadas por fotografías. En este punto, aclaró que ese trabajo compitió dentro de la llamada “Modalidad de educación domiciliaria y hospitalaria”. 

En tanto, el otro proyecto seleccionado de la Escuela Normal se titula “Cronotipo: ¿Alondras o Búhos?” y está dirigido por las profesoras Yolanda Sosa y Carla Blanco, quienes trabajaron junto con las alumnas Ludmila Ratti y Carla Gayoso de sexto año. El mismo se refiere a conceptos vinculados a la denominada “higiene del sueño”, que es un conjunto de prácticas que son necesarias para dormir bien. Las docentes junto a las estudiantes investigaron sobre los hábitos y las costumbres de los jóvenes a la hora de descansar y cómo esto influye en el rendimiento y en el día a día en las aulas.

Huerta y tecnología

El tercer proyecto seleccionado de Itatí se denomina “La robótica en el vivero” y fue elaborado por alumnos de cuarto año del Colegio Secundario “Fray Luis de Bolaños”. Si bien fue coordinado por el profesor de Educación Tecnológica, Juan Ovidio Rojas, y desarrollado por los alumnos de cuarto año Erwin Esteban del Valle y Santiago Barrios. “Se trata de un un trabajo interdisciplinario enmarcado en la política de implementación federal Secundaria 2030, donde intervinieron varios docentes y áreas”, indicó a El Litoral la rectora de la institución, Bernarda Tabarez. 

Sobre esto explicó que los jóvenes trabajan con huertas y plantas. Y si bien el título que obtendrán es el de bachiller en Ciencias Naturales, implementan la tecnología porque “la idea siempre es mejorar la producción”, sostuvo el profesor Rojas. 

Seguidamente, detalló a El Litoral: “el diseño elaborado es un prototipo. Es una maqueta de lo que sería una gran huerta donde implementamos sensores de temperatura, humedad en el ambiente y del suelo que activaban el riego si es necesario. De igual manera cuando la temperatura dentro del vivero sube a ciertos niveles, es posible cerrarlo con media sombra a través de un control remoto. La lectura de los sensores se transmite a una pantalla de cristal líquido, a través de bluetooth o wifi”. En este sentido el profesor explicó que se encuentran trabajando en otras cuestiones relacionadas al uso de la tecnología en el cultivo, pero que hoy las limitaciones que tienen son económicas, sobre todo por el costo de materiales. No obstante, sostuvo: “estoy muy contento, porque nuestros alumnos vienen de un contexto difícil, y sin embargo, tienen un potencial muy grande, muchas ganas de aprender y trabajar pese a que, por ejemplo, no tienen computadoras. Nosotros les prestamos nuestros equipos para que puedan practicar. Y hoy van a representar a nuestra escuela en una instancia nacional. Estamos muy orgullosos”, subrayó.