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Linfedema: ¿cómo afecta la pandemia?

El sedentarismo, las largas jornadas de home office y la interrupción de las consultas con el profesional son algunos de los factores que impactan en la salud de los pacientes con enfermedades veno-linfáticas. En el mes del Día Nacional del Linfedema, se brindan herramientas y conocimientos sobre la enfermedad. 

El 11 de noviembre se conmemoró el Día Nacional del Linfedema, una enfermedad crónica que genera hinchazón en diversas partes del cuerpo y que afecta tanto a la población infantil como adulta. El contexto actual, producto de la pandemia, genera mayores complicaciones a los pacientes. Estar sentados durante mucho tiempo en una mala postura y el mayor sedentarismo son factores que impactan directamente en los pacientes.

“La situación actual de aislamiento, debido a la pandemia por covid-19, alteró el normal desenvolvimiento de los pacientes que padecen la enfermedad. El sedentarismo, las horas de home office, acrecentaron el problema. El aumento de peso que también se genera, agrava notablemente y deteriora al sistema linfático”, expresó la Dra. Mabel Bussati (M. N. 57716), especialista en Flebología y Linfología y médica de planta honoraria del sector de Flebología y Linfología del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires.

Además, es clave acudir con regularidad al médico y no abandonar las consultas que, durante este año, han disminuido considerablemente. “En estos meses de aislamiento social, las consultas se vieron francamente disminuidas. Los pacientes no llegan a las instituciones públicas ni privadas, y las demandas de consulta disminuyeron. Esto es un gran problema dado que el diagnóstico y la consulta a tiempo son imprescindibles para evitar la progresión de la enfermedad y la aparición de complicaciones siendo la más frecuente la infecciosa en forma de erisipelas”, comentó Bussati.

El linfedema es un signo anormal caracterizado por la acumulación de líquido rico en proteínas en un área del cuerpo que determina el aumento de su volumen y puede afectar los miembros superiores o inferiores, tronco, abdomen, cara y/o genitales. Este signo aparece como consecuencia de una alteración del sistema linfático. “Una vez instalado, su curso es lento y progresivo, es una afección crónica, que sin el tratamiento adecuado evoluciona a formas invalidantes y afecta la vida social, psicológica, laboral y familiar de quienes la padecen”, explicó la especialista.

Trastornos venosos y enfermedades linfáticas

Dentro de las enfermedades veno-linfáticas se encuentra también la enfermedad venosa crónica, que afecta a las venas que son las encargadas de retornar la sangre hacia el corazón. En estos casos, las paredes de las venas se debilitan y las válvulas se dañan. Por ello es que las venas permanecen llenas de sangre. Los trastornos venosos crónicos y las enfermedades linfáticas no son meros problemas estéticos. Se trata de enfermedades crónicas que pueden afectar considerablemente la calidad de vida de quienes la padecen. “Hay una alteración de la auto imagen de los pacientes, que no pueden por ejemplo vestirse de la misma forma, sienten pesadez y falta de movilidad. Esto provoca un cambio en el ritmo de vida familiar y cotidiana, generando estados de depresión y ansiedad en los pacientes. Esto sumado al aislamiento social, produce un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes con linfedema”, indicó la especialista.

Tanto el linfedema como la enfermedad venosa crónica son enfermedades que tienen tratamiento, pero no una cura definitiva. “Estas enfermedades deben ser tratadas. De lo contrario, progresan y pueden llegar a ser discapacitantes”, alertó Bussati. “Existen diferentes tratamientos para el linfedema, con el objetivo de reducir el tamaño del miembro y del tejido afectado: la terapia médica de drenaje linfático manual, las comprensiones, que varían de acuerdo con la fase de la enfermedad, los ejercicios físicos para movilizar las zonas afectadas y, además, el tratamiento farmacológico, medicamentos que actúan a nivel de la microcirculación y son fundamentales para disminuir los síntomas”, agregó. Además, se recomienda evitar el sedentarismo, el sobrepeso, masajear las piernas habitualmente, evitar fuentes de calor, utilizar ropa adecuada y zapatos de taco cómodo.

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