¿Por qué necesitamos máscaras?
Colaboración Especial
De poder
Muchas personas que enfrentan o han enfrentado dificultades económicas desde la infancia, que no cuentan con lo necesario para sobrevivir, intentan colocarse por encima de los demás haciendo uso del poder. Entonces, por ejemplo, le cuentan a todo el mundo que son amigos íntimos de tal persona con tal posición relevante. O hacen alarde de sus propios méritos. En Argentina esta actitud se conoce como “chapear”.
De superioridad
Quienes sienten la necesidad, por alguna razón, de sentirse más que el resto de los mortales adoptan una actitud que los lleva todo el tiempo a tratar de impresionar y demostrar que son mejores. Buscan sobresalir a toda costa con un “currículum” que puede ser verdadero o falso.
De víctima
En este grupo se encuentran esas personas que parece que sufren por todo y por todos. Su vida es sinónimo de sufrimiento y esa es la actitud que presentan frente a los hechos negativos que a todos nos toca vivir en algún momento. Por lo general, se muestran tristes y deprimidos y siempre tienen algún problema que no se cansan de contarles a los demás. Es así como nadie será capaz jamás de superarlos en fatalidades. Si uno les cuenta algo, siempre retrucan con una situación infinitamente peor.
¿Por qué necesitamos usar máscaras?
Como ya mencionamos, porque tememos mostrarnos tal cual somos para no ser heridos o rechazados. Muy probablemente hemos experimentado eso antes. Pero lo cierto es que cuando recurrimos a una máscara, aun cuando no seamos conscientes, con el tiempo necesitaremos más máscaras para “actuar” el rol que pretendemos que la gente crea de nosotros.
La mayoría de las veces podemos darnos cuenta de que alguien está utilizando una máscara, pues esta acaba por ridiculizar nuestra vida y, lo que es peor, por aprisionar nuestra alma y nuestra verdadera personalidad. Entonces llegamos a depender de ella y nos desconectamos por completo de lo que sentimos. Es como si fuéramos a una fiesta con una máscara puesta, la usáramos toda la noche y, cuando llegamos a casa, no podemos quitárnosla ¡porque se ha pegado!
Pero cuando tomamos la decisión de mostrarnos frente al mundo tal como somos, con defectos y virtudes, cuando nos atrevemos a sanar nuestro interior, aunque duela, lentamente empezamos a cambiar. Y toda la energía que consumimos para mantener la máscara ahora podemos usarla para lograr nuestro propósito de vida y alcanzar la mejor versión de nosotros mismos.
¡Vos y yo nacimos para ser libres y llegar a ser todo lo que tenemos la capacidad de ser!
¿Te gustó la nota?
Ranking
Comentarios