Las iglesias católicas de la ciudad comenzaron a recibir un mayor flujo de fieles desde ayer, tras la habilitación por parte del Gobierno nacional para que los cultos puedan abrir las puertas de sus templos, el miércoles pasado. Al igual que en ese primer día, en todos los espacios de fe se implementaron estrictos protocolos de bioseguridad, consistentes en la higienización de bancos e imágenes, distribución de alcohol en gel y la obligación de la utilización de barbijos. Además, las personas tienen un máximo de 20 minutos para permanecer dentro del templo, y no puede haber aglomeración entre las mismas.
Vale recordar que si bien la franja horaria permitida para la apertura es entre las 9 y las 16, cada templo decide cuántas horas atender a su público, dependiendo de la cantidad de personas con la que cuenten para organizarse.
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