Fantasmas de la Torre de Londres

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral

No cabe duda de que casi todos los países del mundo pueden vanagloriarse de tener sus historias de fantasmas y de contar con lugares donde hay muchas apariciones. Pero seguramente en ninguno la población de fantasmas es tan nutrida como en Inglaterra. Al parecer este país está saturado de historias y de misterio, cada ciudad, cada poblado, casa o caserío y cada construcción tienen su propio espectro, no se sabe por qué desconocida circunstancia.

Estudios llevados a cabo recientemente por especialistas revelan que al menos uno de cada siete británicos, declara haber visto por lo menos un fantasma en su vida. Los habitantes del más allá han sido vistos en todo tipo de lugares, desde palacios y castillos hasta la más humilde granja. Los obreros que llevaban a cabo las reparaciones en Downing Street 10, declararon en 1960 haber visto en varias ocasiones una figura nebulosa desplazándose por el jardín. Pero todo no pasó de algunas observaciones y quedó en la anécdota.

Pero si hay un lugar en Inglaterra que es un verdadero hervidero de fantasmas, es sin duda la Torre de Londres, escenario de cientos de sucesos sangrientos. El más asiduo de los “visitantes fantasmales” es sin duda el espectro de Ana Bolena, segunda esposa del rey Enrique VIII, que fue encarcelada y ejecutada en la torre en mayo de 1535. Fue decapitada. En el siglo XIX un guardia de este lugar, atraído por una extraña luz visible en la capilla de Saint Peter, donde fue enterrada Ana, trepó por una escalera de mano para mirar por la ventana del recinto y lo que vio lo llenó de terror: una procesión de trajes isabelinos que subía lentamente, en fila, por la nave lateral. El desfile estaba encabezado por una mujer que parecía ser Ana Bolena. Posteriormente, el misterioso grupo fantasmal desapareció, dejando en penumbras la capilla.

Hacia 1864 fue sometido a un consejo de guerra un guardia a quien se encontró durmiendo mientras estaba vigilando. El soldado hizo en su defensa una extraña narración; declaró que una figura blanca que apareció no le había hecho el menor caso cuando le dio la voz de alto. Usaba un extraño sombrero, pero debajo de este no había ninguna cabeza. Cuando intentó atravesar la figura con su bayoneta se produjo un violento fogonazo que le hizo caer el arma, luego el soldado cayó desmayado. Otros soldados y un oficial testimoniaron a favor del centinela, declararon que también ellos habían visto la figura sin cabeza, que pasó limpiamente a través de sus bayonetas. Finalmente el consejo de guerra declaró inocente al acusado. 

Posteriormente a estos sucesos, corrió el rumor de que el fantasma de Ana Bolena, sin cabeza y a bordo de un carruaje espectral, se había presentado en Norfolk, donde la reina pasó su infancia, el 19 de mayo, aniversario de su muerte. Se dice que también fue vista en la torre un día antes de una ejecución en una madrugada de 1915. El sargento William Nichols y un centinela observaron a una mujer con un largo vestido blanco  y un collar, desplazarse rápidamente hacia el río Támesis, y al llegar a un muro de piedra de 2,7 metros de espesor, desapareció en el aire. Ana Bolena fue vista por última vez, según la historia, en 1933, cuando un centinela huyó aterrorizado después de gritarle el alto y atacarla infructuosamente con su bayoneta. No obstante esto, el fantasma de Ana Bolena no ha sido el único visto en la Torre de Londres. 

Los espectros de dos niños tomados de la mano, también han sido vistos rondando la torre maldita. Se cree que son los fantasmas de los príncipes Edward y Richard, que según la historia, fueron asesinados en la torre por orden de su tío, que de esta forma pudo acceder al trono como Ricardo III. Como se puede apreciar, en la antigüedad, los nobles no se andaban con muchos miramientos para tomar este tipo de mortales decisiones.

Mensajes del más allá

¿Cuál es la razón por la que los muertos se hacen presentes ante los vivos? La gran mayoría parecen ser espectros que tienen la conciencia intranquila o tienen miedo por el lugar desconocido en el que están, frecuentemente han sido víctimas de alguna injusticia y por ello tratan de solicitar ayuda a los seres vivos. Por ejemplo, para que sus restos tengan un entierro decente y en lugar sagrado, piden protección o simplemente un poco de comprensión. Otros claman por la paz que ha sido perturbada y no pueden descansar tranquilos.

Un caso increíble fue el que le sucedió al rey Jorge III de Inglaterra, quien era huésped de una mansión aledaña a la torre. Cierta noche, el descanso del monarca fue interrumpido a mitad de la madrugada, cuando alcanzó a ver a una señora ataviada con un vestido color claro, desgreñada y con un rostro del color de la ceniza, casi transparente, caminando hacia el lecho donde descansaba el monarca. Jorge III aterrorizado, huyó de su cuarto en camisón y gorro de dormir, gritando por toda la casa y despertando a todos con su real cólera. Juró que no permanecería ni un minuto más en aquella casa maldita y se fue con todo su séquito para no regresar jamás.

Es realmente larga la lista de víctimas y testigos de apariciones fantasmales en la Torre de Londres, por ejemplo, el caso de un joven huésped de la torre que enloqueció de terror, el de un hombre que durmió allí una noche sin preocuparse por los fantasmas y fue encontrado muerto al día siguiente. O el caso de la sirvienta de una familia que decidió pasar allí la noche. La pobre mujer fue llevada a un hospital después de ser encontrada moribunda y repitiendo la frase: “Por favor, no dejen que me toque.” Casos como estos hay miles en toda Europa y especialmente en Inglaterra, Escocia y Gales, países que son considerados a nivel mundial como lugares de residencia permanente de fantasmas. 

Además, la mayoría de las encuestas realizadas demuestran que en todos los países europeos, la gran mayoría de sus habitantes creen en fantasmas y apariciones, por testimonios directos o por familiares y conocidos.