La Virgen de Itatí recorrió su pueblo y en la misa virtual instaron a una patria pro vida

Se realizó ayer un festejo atípico en honor a la Virgen Nuestra Señora de Itatí en la localidad que lleva su nombre, ya que la emergencia social vigente limitó las multitudinarias celebraciones que se hacen anualmente y obligó a adaptarlas con una caravana y misa que debió seguirse por medios radiales, televisivos y digitales, tal como anunció El Litoral.

A la recorrida de la imagen religiosa se sumaron vehículos y jinetes, en tanto que la mayoría de los pobladores la saludó desde la puerta o frente de sus hogares con altares y atuendos alusivos.

En la ocasión, acompañaron los sacerdotes Derlis Denis Sosa y Feliciano de los Mozos, los custodios de la virgen y un móvil de sonido que animó con canciones y oraciones.

Recordatorio

La celebración eucarística central la concelebraron el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, su par auxiliar, José Adolfo Larregain; el rector de la Basílica, Porfirio Ramírez, entre otros integrantes de la comunidad religiosa. En el inicio el primero de los prelados saludó a la feligresía itateña y presentó al segundo, quien recientemente fue ordenado en sus funciones en la Arquidiócesis.

Durante su homilía Larregain recordó que “la vida es el primer don que recibimos, es el regalo fundamental. Sin ella nada es posible. En estos tiempos de pandemia lo experimentamos en el día a día, nos ayuda a valorarla, a cuidarla, cuidarnos y cuidar a los demás”.

Tras lo cual planteó: “¿Por qué cuidar nuestra vida y no cuidar la vida del otro?, ¿por qué ser tan precavidos con nuestra propia vida y no en la vida del por nacer?, ¿hay vidas que valen más o son más importantes que otras? Toda vida es importante y necesita ser cuidada”, aseveró.

En tanto que sostuvo: “La defensa de la vida nos lleva a cuidar de los niños no nacidos, pero también de la vida de los pobres, de los indefensos, de los vulnerables, porque toda vida es sagrada”. Por ello aprovechó para recordar que “siempre nuestra provincia de Corrientes optó por la vida en todas sus instancias, desde el primer instante en el vientre materno hasta el día que llama el Señor. Tenemos que trabajar incansablemente para que la opción por la vida en todo su desarrollo sea realidad”.

“Patria y pueblo”

Larregain también señaló que “estamos invitados, como nos presenta el evangelio, a ser constructores de cultura del encuentro. A pesar del distanciamiento social exigido por el cumplimiento de la cuarentena, se nota una actitud del pueblo de cercanía y de caminar juntos. Hay como una voluntad de sostenernos unos a otros”. Destacó las “explosiones de solidaridad, manifestada especialmente entre los pobres. Se percibe un proyecto en las actitudes de la gente sencilla, de las organizaciones barriales, de nuestras comunidades. Signo de querer ser comunidad”, consideró.

A partir de lo cual exhortó a “todos los que tenemos en algún sentido la responsabilidad de la dirigencia, asumamos ese proyecto: queremos ser comunidad, como patria y como pueblo. No sólo se trata de técnicas administrativas y burocráticas: se trata de ser una Nación que privilegie la cultura del encuentro y de la vida”. 

(JPV)