Los puesteros desalojados de la Ruta Nacional 12 piden un lugar para trabajar

Desazón, angustia y bronca había ayer en los puesteros desalojados de la Ruta Nacional 12 frente al acceso a Santa Ana. Los agentes de la Municipalidad de Corrientes les ordenaron retirarse “por orden de Buenos Aires”. Los vendedores se ubicaban en la traza donde se construye la autovia 12 y no contaban con una habilitación. Pidieron un lugar donde poder trabajar.

La Policía de Corrientes y personal de la Municipalidad ordenaron a ocho puesteros a despejar la banquina de la ruta, frente al corsódromo, donde desde hace meses se los podía encontrar en plena comercialización de toda clase de productores. 

Del habitual postal, lleno de carpas, cajones de frutas, grandes carteles, silletas, ladrillos y hasta troncos, ya no queda nada. Sólo restos de bolsas, algunos palos y algún cartón.

Entre los damnificados se encuentran verduleros, vendedores de silletas, carboneros, muebleros y ladrilleros, que indicaron que la comuna capitalina les había anunciado el miércoles que debían irse, pero sin especificar de cuánto tiempo tenían. En la mañana de ayer, con un fuerte operativo policial iniciaron el desalojo. 

Lucía, una mujer que vendía verduras y frutas en ese  sitio, indicó que les pidieron que despejen la zona de forma inmediata. A todos los tomó a desprevenidos.

“Si nos sacan de todos los lugares no se que vamos a hacer porque somos muchas familias que vivimos de esto. Nuestros hijos trabajan con nosotros y tenemos otras personas que le damos trabajo porque están hace tiempo”, indicó.

“Nosotros no estamos robando, a veces uno piensa y le da bronca porque te tratan como si fueras un delincuente, nosotros estamos en la calle y la peleamos todos los días en el rayo del sol, con lluvia con frío”, se qujeó.

La mujer que estaba vendiendo sus productos en el momento que llegaron los agentes municipales, denunció que fueron amenazados por la Municipalidad de que iban a levantar sus productos y llevarlos si no sacaban todo de forma inmediata. “Nosotros perdemos algunos productos y es una pérdida mayor porque nos cuesta mucho comprar y vender después. Creo que nos tienen que entender y darnos un permiso, si a nosotros no ceden un lugar de una propiedad  privada  nos deben dejar seguir trabajando. No estamos molestando más en la ruta”, sostuvo en diálogo con El Litoral.

Lucía junto a su familia se instaló en una zona aledaña al desalojo, en la vereda de un vecino que accedió a prestarles el lugar hasta que consigan un nuevo puesto de trabajo. El propietario avisó que será momentáneo ya que podría resultar multado por la venta sin ningún tipo de permiso municipal.

“El señor de acá nos presta para que podamos trabajar, pero a la vez los perjudica también por dejarnos trabajar a nosotros acá, nos dijeron que nos prestan un tiempito pero tampoco ellos quieren tener problema. No sabemos que va a pasar ni que vamos a hacer”, contó la damnificada.

La familia de verduleros junto a otros puesteros estuvieron 20 años vendiendo con permiso municipal en la rotonda Virgen de Itatí pero debido a la construcción de la nueva autovía, hace 6 meses fueron movidos hasta donde fueron desalojados ayer.

Son varias las familias que esperan una solución ante la problemática.